La hidratación, permanecer en espacios ventilados y moderar las actividades en las que se expongan al sol directo, son algunas de las recomendaciones de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico (REDENIJ-PR) para proteger la salud de niños y adultos mayores ante el calor del verano.
“La ola de calor puede convertirse en un factor que genere incidentes violentos en la familia si no se maneja adecuadamente, y además tiene consecuencias sobre la salud física y emocional de la niñez”, advirtió Marcos Santana Andújar, presidente y fundador de la REDENIJ-PR.
Los índices de calor han incrementado a sobre 100 grados y según el Servicio Nacional de Meteorología, se anticipa que esas altas temperaturas, en parte por el cambio climático, van a continuar el resto del verano.
“Si nos preparamos y protegemos a los más vulnerables podemos evitar desmayos, daños a la piel, quemaduras y complicaciones de la salud que incluso pueden tener consecuencias letales”, aseguró Santana.
Asimismo, destacó que los niños pequeños en edad preescolar no pueden regular bien la temperatura corporal y necesitan agua adicional cuando hace calor.
Los descansos para tomar agua programados de manera periódica alientan a la niñez a beber durante el juego activo, incluso si no tienen sed.
“El agua fluorada puede reducir el riesgo de caries y es la mejor bebida para los niños pequeños entre comidas. En cambio, pueden ofrecer leche materna o fórmula a los bebés, ya que no se recomienda el agua para bebés menores de seis meses”, indicó el líder de REDENIJ-PR.
Algunas medidas que deben observar ante las altas temperaturas son:
- Proveerles agua a los niños y niñas cuando salen al aire libre.
- Permanecer en espacios que tengan ventilación o aire acondicionado.
- Es importante mantenerlos hidratados y se recomienda a las personas que estén pendientes de la niñez y adultos mayores, porque son vulnerables a los efectos de altas temperaturas.
- Deben moderar el ritmo de las actividades en el exterior
- Cumplir con las recomendaciones médicas provistas por los profesionales de la salud que atienden la niñez y los adultos mayores.
- Estar atentos a los comunicados del Servicio Nacional de Meteorología para, de ser necesario, posponer las actividades en el exterior, siempre que sea posible.
- Moverse a áreas en el exterior que tengan sombra.
- Proteger a los bebés menores de seis meses de la luz solar directa.
- Limitar la exposición al sol de la niñez entre las 10:00 de la maña y las 4:00 de la tarde cuando los rayos UV son más fuertes.
- Vestir a la niñez con ropa fresca. Un sombrero puede proteger la cara, las orejas y la parte posterior del cuello.
- En la niñez mayor de seis meses, aplicar protector solar en todas las áreas expuestas, según recomendaciones de su médico y tomando en consideración sus condiciones de salud. En niños y niñas menores de seis meses, aplique protector solar en las áreas pequeñas del cuerpo, como la cara y el dorso de las manos, si no se dispone de ropa protectora y sombra.
- Verifique la temperatura de sus columpios, toboganes, piso de caucho y materiales plásticos, y especialmente la superficie y alrededor del equipo de juego. Asegúrese que estas superficies no queman la piel de los niños.
Esté atento a signos relacionados con el calor que pueden afectarles como sed; calambres, debilidad; náuseas; dolor de cabeza; mareos o confusión; piel caliente, seca, sarpullido o mucho sudor; irritabilidad; pérdida de conocimiento; temperatura del cuerpo excesiva.
“En caso de observar que un niño o niña experimenta síntomas de calor deben moverlos de inmediato a un lugar fresco. Si presenta pérdida de conocimiento es urgente que llamen al 9-1-1 inmediatamente”, expresó Santana.
La Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico es una organización sin fines de lucro reconocida por avanzar el cambio sistémico para la eliminación de la violencia contra la niñez y juventud en todo Puerto Rico. Si desea más información, llame al 787-510-1606.