Sumó especialistas a su facultad médica, entabló un acuerdo para la reapertura de su sala de emergencia, el Departamento de Salud la escogió para ser su centro de telemedicina en la zona sur y se convirtió en un centro de investigación científica.
También canalizó la reapertura de una clínica visual y otra dental, se convirtió en la sede de un colegio para estudiantes con diversidad funcional y sentó las bases para desarrollar dos proyectos de impacto social que darán mucho de qué hablar en la región.
Luego de una mudanza forzosa en el 2020 en medio de la pandemia de coronavirus, un 2021 con una sede provisional que no se ajustaba a sus necesidades, y un 2022 de grandes dificultades económicas y administrativas, la Fundación Gogo de Ponce alcanzó el equilibrio en el 2023.
“El 2023 fue el año de la estabilidad”, afirmó el director ejecutivo de la entidad sin fines de lucro, Ulises Clavell Fontánez.
“Ahora estamos set, podemos dedicarnos a hacer otras cosas y a crear. Por eso hemos podido abrir nuevos proyectos y proyectarnos a donde queremos llegar”, resaltó.
El año recién concluido fue productivo por demás.
El Gogo Pediatric Institute, la rama de la fundación que presta servicios de salud, cumplió su décimo aniversario con la buena nueva de que la facultad médica superó la veintena.
“Ahora tenemos 21 especialistas y en el 2024 añadiremos más”, declaró Clavell Fontánez.
Las adiciones son el Dr. Héctor García Marrero, único otorrinolaringólogo pediátrico de la región sur; la Dra. Eileen Lugo, gastroenteróloga pediátrica; el Dr. Ismael Rosado, internista; el Dr. Jaime Rodríguez, psiquiatra; la Dra. Zulmaris Torres, optómetra; y el Dr. Thomas Morris, dentista.
Clavell Fontánez precisó que para la clínica visual se hizo una inversión de $50 mil en equipo y solo falta que las aseguradoras le den la credencial a la Dra. Torres como proveedora de servicios de Gogo, para que pueda comenzar a trabajar. Igualmente, la clínica dental debe comenzar próximamente.
“También continuamos siendo taller para la escuela de salud mental de la Escuela de Medicina (Ponce Health Sciences University). Sus estudiantes de psicología rotan con nosotros y ahora mismo tenemos seis, con miras a que aumenten”, señaló.
Acuerdo con Salud
Por otra parte, el instituto acogerá -durante un año- el proyecto piloto de telemedicina del Departamento de Salud en la zona sur.
Gogo pondrá la instalación y un personal diestro para recibir a los pacientes, que serán atendidos virtualmente por médicos ubicados en cualquier parte del mundo. La agencia, entretanto, aportó el equipo que viabilizará las interacciones, valorado en $50 mil.
“Hay médicos que se han ido a Estados Unidos, pero permanecen con la licencia vigente en Puerto Rico, así que yo los puedo contratar. Eso nos abre las puertas a poder ver más pacientes”, celebró el directivo.
Un centro de investigación
De otro lado, el instituto dio paso trascendental al ser certificado para que su facultad médica realice estudios científicos para empresas farmacéuticas.
“Este año nos acreditaron como research center, para hacer estudios con las farmacéuticas. Eli Lilly, Pfizer y otras farmacéuticas a nivel mundial acreditaron las facilidades de Gogo para poder hacer estudios clínicos en ellas, así que ahora somos Gogo Pediatric Institute and Research Center”, informó Clavell Fontánez.
Actualmente, Eli Lilly conduce allí un estudio de obesidad.
También este año se firmó un acuerdo con la empresa Carolina Lab Corp. para reabrir la sala de emergencias del instituto, lo que ocurrirá en febrero.
Ahora tendrán un colegio
Mientras todos esos acuerdos se finiquitaban para ampliar los servicios médicos a 1,500 niños y niñas mensualmente, la fundación también estrechaba lazos con una institución educativa.
Se trata de Innovation Learning Center, que mudó su colegio a la sede de Gogo, ubicada en la avenida Hostos, y comenzará a operarlo el 10 de este mes.
Clavell Fontánez indicó que el colegio, que atiende a estudiantes de kínder a octavo grado, tendrá 16 salones y un comedor.
Construirán hogar para adultos mayores
Como si eso fuera poco, la Fundación Gogo se embarcará en el 2024 en un proyecto diferente a lo que han hecho hasta el momento: la construcción de un hogar para personas adultas mayores. El espacio se llamará Vivencias.
“Hay un edificio vacío y tenemos que hacer cosas que tengan propósito”, manifestó el director ejecutivo. “Y un propósito genuino es poderles dar calidad de vida, aunque sea a 20 personas”.
“La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días también nos hizo una aportación sustancial para que ese proyecto salga. Se va a comenzar a construir en febrero y no va a tardar un año, en el mismo 2024 debe salir”, anticipó.
Posteriormente, estudiarán la viabilidad de establecer un centro de cuido diurno para viejos.
Se preparan para atender emergencias
Además, la fundación suscribió un acuerdo con la organización Mail from Heaven para establecer en otro de sus edificios un Centro de Respuesta Comunitaria.
“Van a tener oficina, almacén y dos baños con duchas para ponerlo a disposición de personas voluntarias de la organización en casos de emergencia. También tendrá cisterna, placas solares y una cocina comunal, donde se va a cocinar para el centro de envejecientes y cuando haga falta durante las emergencias”, detalló.
Al reflexionar sobre los logros históricos de Gogo, pero particularmente tras la mudanza que les dejó sin liquidez, apuntó al arrojo y la perseverancia como puntales de su éxito.
“Nosotros nos ponemos a hacer las cosas con lo poquito que tengamos y después, si llegan los fondos, santo y bueno. Por eso hemos durado 10 años, porque no nos hemos sentado a esperar que el gobierno o la empresa privada me den los fondos”, señaló. “Nosotros hemos hecho y en el camino les hemos demostrado a las personas lo que somos capaces de hacer”.