Aunque se percibe como un municipio relativamente pequeño en población, historiadores reconocen que los primeros habitantes del territorio de Guayanilla fueron puntuales para resistir siglos atrás a los ataques invasores de piratas y tropas militares francesas, inglesas y holandesas.
Estas gestas, plasmadas incluso en el escudo e himno oficial de la localidad, inspiran aún a pobladores que al presente batallan contra otro tipo de enemigos: la pobreza, la escasez de empleo y de vivienda digna.
Aun así, estos conflictos silentes avanzan y dejan huellas.
Entre los años 2020 y 2023, Guayanilla se posicionó en el tercer lugar de los pueblos con mayor pérdida poblacional del país, antecedido solo por los municipios de Guánica y Loíza, como evidencia el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico.
Durante ese lapso, un nuevo alcalde asumió la dirección del gobierno municipal, el novoprogresista Raúl Rivera Rodríguez, y otros dos sucesos martillaron el destino de los 16 mil habitantes de la Tierra de Agüeybaná, la recuperación tras la secuencia sísmica del 2020 y la pandemia del Covid-19.
A estos retos, el incumbente ha debido añadir uno más, una contienda primarista a efectuarse este domingo para determinar si será él o el correligionario Héctor Rodríguez Rodríguez el candidato oficial de su partido a la alcaldía en las elecciones del próximo 5 de noviembre.
“¿Cómo ha tomado el anuncio del reto al incumbente?”, preguntó a Rivera Rodríguez La Perla del Sur.
“Lo tomamos a bien”, respondió. “Nosotros hemos llevado una campaña de altura, no atacamos a nuestros hermanos que tal vez no van a votar por nosotros. De igual forma, tampoco atacamos al otro candidato, no lo atacamos en su plano personal, nada. Lo que hablamos es de nuestra obra, de cómo cogimos el municipio, de cómo lo hemos ido moviendo, cómo lo estamos haciendo y qué proyectamos hacer. Esa ha sido nuestra campaña”.
“Y si las personas el próximo 2 de junio entienden que nosotros lo hemos hecho bien o lo estamos haciendo bien o nos proyectamos bien, que nos den esa oportunidad”, continuo.
¿Qué ocurriría si el 2 de junio no lo favorecen?
“Yo entiendo que eso no va a ser de esa forma. Lo digo con la mayor humildad. Hemos caminado la calle, hemos tenido contacto con nuestra gente, le pedimos a Dios que ponga su mano y que nuestros electores confíen en nuestra hoja de servicio y esperamos continuar. Que el pueblo nos elija nuevamente como candidato oficial para las próximas elecciones”.
¿Su contestación a la pregunta es que eso no va a pasar?
“Yo espero en Dios y creo que eso no… En nuestras posibilidades eso no está”.
Sobre los retos que, admite, persisten en su horizonte con pocos o escasos avances a tres años de haber juramentado al cargo, apuntó directamente a uno.
“El reto más grande siempre es la vivienda. Lo que son los municipios de Ponce, Peñuelas, Guayanilla, Yauco, Guánica, fuimos devastados por los temblores. Desde entonces, la vivienda es más escasa y las viviendas que están, pues, quedó lastimada mucha de ella por los temblores. Y ese creo es el mayor reto que también tiene la zona sur suroeste”.
¿Cómo lo aborda? ¿Qué propone para resolverlo?
“Con fondos ARPA nos dimos la tarea de identificar estorbos públicos que estaban en desuso del Departamento de la Vivienda, los adquirimos y los reparamos. Ahí estamos ubicando a las personas. También hemos comprado casas privadas a realtors, que están en buenas condiciones y, aunque no estén en buenas condiciones, después que no tengan daño estructural, también las compramos, porque nos damos la tarea de repararlas”.
¿Cuántas ha podido adquirir y a cuántas familias ha podido reubicar?
“Hemos reubicado a 17 familias de algunas 22 que están ahí, en la comunidad El Faro, donde el suelo bajó y se metió el mar. Y cabe señalar que muchas de estas familias son familias de adultos mayores, que sobrepasan, la mayoría, los 60 años de edad”.
“Otro beneficio es que estamos entregando una casa con título de propiedad, con escritura libre de cualquier gravamen, versus donde estaban viviendo, que era un usufructo, porque esos terrenos son municipales o son terrenos del gobierno, de Recursos Naturales o la agencia que sea”.
“También hemos dado ayuda para materiales (de construcción), hemos colaborado con mano de obra, hemos cambiado techos azules que estaban desde María y, de igual forma, hemos construido un consorcio entre cinco o seis municipios para aligerar el paso con FEMA, porque esta es la burocracia. La burocracia es lo que más afecta”.
¿Cuál es el déficit de vivienda en Guayanilla?
“Con los terremotos se afectaron sobre mil residencias, de forma directa o de forma indirecta”.
En materia fiscal, el alcalde Rivera Rodríguez fue más optimista, al asegurar que reclamaciones radicadas ante el tribunal por cobro a contratistas de la central eléctrica Costa Sur comienzan a rendir frutos.
“El Fondo de Equiparación se va, eso es una realidad. Pero nosotros nos hemos movido en la dirección correcta: a identificar ingresos recurrentes, porque hay una actividad económica, una actividad de construcción de forma permanente en esta área”, expresó.
“Tradicionalmente, en este pueblo no pagaban los contratistas que hacían negocios en Guayanilla. Y tú dirás ‘son cuatro pesetas’, porque aquí no hay mucho en construcción. ¡Pero no! Este es uno de los municipios que más actividad económica genera en Puerto Rico. Y tú me dirás ¿cómo?”
“Pues, ahí tenemos a Costa Sur, una de las matrices más grandes de distribución de energía de Puerto Rico. Y allí cualquier contrato supera los $10 millones. Ahora mismo hay un contrato de $20 millones para reparar la Unidad Cinco. Y no están pagando. Los tenemos en el tribunal, obligándolos a pagar lo que tradicionalmente nunca han pagado”.
“Para dar un ejemplo de ese, si tú lo multiplicas por el .05 de arbitrio, estamos hablando de $1 millón que no pagaban. Y nosotros los tenemos en el tribunal obligándolos a que nos paguen por ley lo que nos toca”.
“Ahí se vende combustible. ¿De cuánto es el contrato de combustible anualmente? De $350 millones. Pagan cero y el negocio se hace en Guayanilla. Todas esas compañías las tenemos en el tribunal con deficiencias que se han declarado y nosotros, como municipio, estamos próximos a transigir unas de esas iniciativas. Una iniciativa que nos va a estar dejando $2 millones”.
Dicha transacción, según indicó, involucra a la compañía Puma y la suma “ya la depositó en el tribunal”.
Y ¿por qué no se ha cobrado antes?
“Porque no había voluntad de cobrarle”, ripostó. “Tú no le puedes coger miedo a los grandes intereses. Estamos demostrando lo que por derecho nos toca”.
Entre los años 2018 y 2022, los presupuestos operacionales del gobierno municipal de Guayanilla han rondado entre los 8.4 y 8.5 millones de dólares, según datos de la Oficina del Contralor.
Esta potencial fuente de ingresos recurrentes, agregó Rivera Torres, junto a iniciativas en proceso, como la repavimentación de carreteras estatales “y en la segunda extensión de Santa Elena, La Concepción, el barrio Quebrada, la Guaidía, Quebrada Honda, Macaná, Sierra Baja y Magas Arriba”, podrán, a su juicio, mejorar la calidad de vida de los guayanillenses y atraer, tanto a inversionistas como a desarrolladores.
“Soy de las personas que pienso que hay que reconstruir para construir. Por eso, nos hemos dado a la tarea de, primero, reconstruir nuestras facilidades para luego recuperar nuestros atractivos, como ciudad hospitalaria y lista para sobresalir en turismo”, añadió.