En poco más de media hora, habló de casi todo: desde su coronación en 1996 como Rey de la Amistad del Colegio Santísimo Rosario de Yauco, hasta su frustrada ambición por convertirse en ingeniero químico y laborar para la industria farmacéutica.
También, de cómo el ejemplo de su madre, fallecida poco después del paso del huracán María, inspiró su atracción por el ejercicio de la política y cómo este espacio, además de satisfacciones, también lo ha distanciado de otrora aliados, como el exalcalde Abel Nazario Quiñones.
Incluso, admitió que estabilizar las finanzas del ayuntamiento al tiempo en que se responde a desastres naturales ha sido un reto mayúsculo y confesó cómo los rumores de un “inminente” arresto por parte de agentes federales en el 2021, al igual que la inmediata persecución de algunos medios, fotoperiodistas y camarógrafos, lo marcaron para siempre.
Ángel Luis Torres Ortiz, el alcalde de Yauco desde enero de 2017, respondió a preguntas de La Perla del Sur en la antesala al segundo reto primarista que enfrenta en una década e identificó cuáles son los activos que espera sean calibrados por los electores de su municipio y colectividad el próximo domingo, 2 de junio.
De policía y empleada de la CRUV
Sobre su origen, se identificó como fruto de un hogar de clase media, donde su madre, Carmen Julia Ortiz Zayas, laboraba como empleada de la extinta Corporación de Renovación Urbana y Vivienda (CRUV) y su padre, Ángel Luis Torres Sáez, como policía en el Cuartel de Morel Campos en Ponce.
La muerte sorprendió a este último cuando Torres Ortiz tenía 11 años.
“Lo iban a operar para un trasplante de riñón y no pasó de la operación”, relató el alcalde, ahora con 45 años de edad.
A partir de entonces, su madre asumió ambos roles y procuró la mejor formación posible para Torres Ortiz y su hermana mayor, incluyendo estudios en el colegio Holy Rosary de Yauco, donde fue proclamado Rey de la Amistad de la clase graduanda de 1996.
“Quizás por mi actitud jovial”, disparó sonriente.
Su formación universitaria arrancó ese año en el Recinto de Ponce de la Universidad de Puerto Rico, con la mirilla puesta en un oficio muy distinto al actual. “Quería ser ingeniero químico, me inspiraba ver en aquellos tiempos que habían muchas farmacéuticas en Puerto Rico y veía el potencial de poder establecerme en esa rama, pero después me di cuenta que debí estudiar Ciencias Políticas”.
Este giro, aseguró, fue motivado por innumerables vivencias junto a su madre, quien durante décadas también fue una activista política.
“Cuando mi papá trabajaba en Morel Campos, nos fuimos a vivir a la urbanización Las Delicias en Ponce”, rememoró. “Allá mi mamá también laboró activamente en la campaña de Helcías Bermúdez, cuando Rafael Cordero gana por primera vez la alcaldía, y aquí en Yauco mi mamá estuvo involucrada en una primaria entre Jimmy Torres e Irma Rodríguez en el 1988”.
“También mi mamá trabajó en la primera campaña cuando Ceferino Pacheco se convierte en alcalde por primera vez de Guayanilla, así que siempre me llevaba y la seguía”.
Aun así, aseguró que cuando optó por este currículo universitario, “no tenía aspiración política”.
“Simplemente, veía a mi madre en una campaña, las batallas que daba por su ideal, pero de joven no comprendía en realidad cuál era la finalidad de la política. Y dije, ¿por qué no estudiarlo y aprender?”.
Para sostenerse económicamente, relató que trabajó como mesero en el entonces recién inaugurado Ponce Hilton y que, incluso, “por el gusto a los chavos” interrumpió sus estudios durante seis meses. No obstante, admitió que experiencias en ese lapso propiciaron que reflexionara sobre su futuro y vocación, por lo que solicitó ingreso al recinto de San Germán de la Universidad Interamericana, donde completó el bachillerato.
A partir de entonces, agregó, su rumbo sería uno definido.
“Cuando estaba en mi último semestre en la Inter, quise darme la oportunidad de tener una práctica sin paga en el municipio (de Yauco). Y así empecé: por un dólar”.
“Empecé a organizar las juntas de comunidad, organizamos 100 juntas de comunidad. Después, con la salida de una directora de Obras Públicas, me ofrecen la oportunidad se ser el director”. Para entonces, Abel Nazario Quiñones ejercía el primero de cuatro cuatrienios como alcalde de la ciudad.
“Después, el exalcalde Abel Nazario revalida en el 2004 y yo paso entonces en enero de 2005 a ser secretario municipal y vicealcalde”, un rol que ejerció hasta el año 2010, cuando el entonces gobernador Luis Fortuño Burset le ofreció dirigir la Oficina de la Fortaleza en Ponce.
En enero del 2013, indicó, Nazario Quiñones anunciaría que juramentaba para su último cuatrienio como alcalde de la ciudad, por lo que Torres Ortiz aceptaría exhortaciones a participar en una primaria del Partido Nuevo Progresista como aspirante al puesto para la elecciones del 2016. Y prevaleció.
“Fue una primaria histórica”, resaltó. “Participaron casi 8 mil electores. Era la primaria entre (Ricardo) Rosselló y (Pedro) Pierluisi también, a cuatro meses de un proceso electoral, y fue histórico”.
Para la primaria del próximo domingo entre aspirantes a la alcaldía de Yauco, estima que la cifra de participantes rondará los cinco mil electores.
Quiebra y cisma
Torres Ortiz también dominó el conteo de votos en las elecciones municipales del 2016, por lo que juramentó por primera vez al cargo en enero del 2017.
“No obstante, en términos fiscales, cuando entramos, no esperaba una situación tan tétrica”, declaró
“Defina tétrica”, pidió La Perla del Sur.
“Por ejemplo, nosotros tenemos un presupuesto anual de casi diez a once millones de dólares y cogimos un municipio con $13 millones de déficit”.
“Adicional a esto, una deuda pública de $52 millones y, por ejemplo, cuando entramos los empleados, aún con sus situaciones, estaban a 20 horas, teníamos un pre embargo del IRS de casi $800 mil, se debían dos años del plan médico de los empleados, casi $2 millones en deudas, y, pues, fue una situación muy difícil esos primeros meses”.
“Nosotros tuvimos que explicar en detalle la situación fiscal y eso fue algo que laceró mi relación con el exalcalde. Pero yo entendía que era mi responsabilidad, porque la situación era muy difícil”, continuó.
¿Estima que ese ha sido el episodio más difícil?
“Sí. Y posterior a eso, llega María al año siguiente, que ha sido en la historia reciente del país el huracán más fuerte y devastador. Todavía tenemos secuelas de María a seis años, por lo que nos faltan puentes, caminos y muchos proyectos”.
“Luego, los terremotos fueron otro aspecto doloroso, en términos humanos e individual, pero fuimos el primer municipio que demolimos 94 residencias y estamos trabajando con CONSUR, que es el consorcio para rehabilitar viviendas”.
“Los retos de esos desastres, como la situación fiscal, han sido lo más difícil para nosotros”, reiteró.
En el ámbito personal, apuntó a los rumores sobre una presunta investigación federal en su contra y a denuncias sobre la “inminencia” de su detención por vínculos con el empresario Oscar Santamaría Torres, convicto por corrupción y sobornos a políticos.
“En el aspecto personal, no he sido la misma persona. Sin duda alguna, me ha dolido mucho”.
¿Qué le afectó más?
“Que toda mi trayectoria y mi integridad, más allá como alcalde, como ser humano, fuera cuestionada, aunque luego se demostrara, con los cierres de esas investigaciones sobre ese particular, que no tuvimos nada que ver con una situación como esa”.
“Pero deja a uno marcado. Se tomaron fotos, sobrevolaron la casa, (hubo) persecuciones, y pues sí, sin duda, es algo que me ha tocado muchísimo, a mí y a mi familia. Fue una posición en la que pensé que nunca me iba a ver”.
Del retiro y objetivos
Sobre el proceso electoral primarista que enfrentará este domingo junto al también aspirante a las elecciones por la alcaldía, el exlegislador Víctor Torres Ortiz, aseguró que lo asume sereno, con una “carta de presentación” en la que se resalta la reducción del déficit operacional “de $13 millones a $2.8 millones y una deuda fiscal de $52 millones a $28 millones”.
“Todo esto, mientras le devolvimos la jornada completa a los empleados municipales y a pesar de todas las circunstancias que hemos enfrentado en términos de desastres”.
“Otro aspecto positivo es la proyección y posición que ha ganado Yauco en tópicos como el turismo y la inversión en el casco urbano, con un centro integrado de servicios para que el pueblo haga sus gestiones en el Paseo del Café, con un Teatro Ideal activo y nuevos negocios de pequeños comerciantes, la mayoría de gastronomía, café y ambiente nocturno, que no existía”.
“También hemos logrado mejoras a las carreteras estatales, 16 en casi siete años de gestión, e intervenir para construir dos escuelas después de los terremotos, cuando teníamos seis de 14 escuelas”.
Sobre las obras pendientes, “reconocemos que nos resta un largo camino, sobre todo, en los campos, donde hay asignaciones multimillonarias de FEMA y la burocracia es dura y tediosa”, manifestó.
“Pero tenemos el 23 por ciento de proyectos radicados en ejecución en comparación con el 9.3 por ciento que tiene el país. Aun así, esto no es lo que queremos”.
“Y eso, precisamente, es lo que nos motiva”, agregó. “Queremos dejar el déficit en cero, bajar más la deuda pública y dejar encaminados todos los proyectos de reconstrucción, multimillonarios, en nuestros campos, que ya tienen fondos obligados y que están en diseño”.
A partir de entonces, indicó, sentirá que la ciudad estará lista para acoger a otro líder que asuma sus riendas y la dirija a su próximo escalón de crecimiento.
“Habíamos dicho que queríamos estar solo ocho años. No obstante, cuando vimos lo que está inconcluso, los proyectos pendientes, entonces entendimos que debíamos cumplir con la obligación de completar nuestra obligación y legado. Y lo haremos, si el electorado nos favorece con su confianza”, concluyó.
Tremenda historia, digna de emular. Buen Alcalde