Fue el pasado viernes, 11 de noviembre cuando un manifestante confrontó a Brock Pierce en el Hotel Fairmont de Isla Verde y le gritó a todo pulmón que “se fuera de Puerto Rico”. Brock lució incómodo, fuera de base, casi como si se estuviesen desplomando sus criptomonedas.
No es secreto que muchos de estos millonarios, inversionistas en criptomonedas se han mudado a la isla. Lo han dicho abiertamente en sus podcasts, entrevistas televisadas y columnas de opinión… porque Puerto Rico, gracias a la Ley 22, convierte a la isla en literalmente un paraíso fiscal. Un paraíso para personas como Brock.
De Brock se puede decir muchísimo. Como sus escándalos de índole sexual o aquella vez que corrió para senador en Estados Unidos, a pesar de estar viviendo en la isla. ¿Cómo lo hizo? Nunca entenderé. Pero lo mejor de esto es que parece que estamos llegando al fin de algunas de estas divisas y, obviamente, al ocaso de un “influyente” de pacotilla como Pierce.
En estos días Bitcoin cayó debajo de los $16 mil, un número muy por debajo de lo que consideraban “estable”. A esto se sumó el desplome de FTX y su eventual quiebra, lo ha que ha tenido un efecto en los inversionistas de estas divisas y sus proyectos en la isla.
Por ejemplo, Andrew Callaghan de Channel 5, un show de YouTube, comentaba hace poco sobre varios elefantes blancos que no se han podido terminar debido al desplome de otras criptomonedas: un efecto que todavía no se ha medido en el mercado de bienes raíces de Puerto Rico.
De hecho, muchos de estos millonarios simplemente dejaron de serlo de la noche a la mañana, dejando a contratistas y construcciones algarete a lo largo y ancho de la isla.
Al fin, lo que hemos visto es que estos “inversionistas” no invierten y escapan tan pronto tienen la oportunidad, dejando nuevamente expuestas fallas colosales de la Ley 22, algo que con toda probabilidad empeorará con las caídas de estos días.
No soy fanático de estas monedas, no soy fanático de Brock, pero me alegra muchísimo saber que no soy el único cargando con el descontento.