¿Qué harías si te toca vivir una invasión de extraterrestres con audición supersónica y, además, tienes cáncer terminal? Esta es la historia de Sam en la nueva película de terror A Quiet Place: Day One.
Dirigida por Michael Sarnoski y protagonizada por Lupita Nyong’o y Joseph Quinn, el filme es un genial blockbuster de verano, con altas dosis de drama, ficción y horror puro.
Esta tercera entrega de la saga nos transporta a los inicios de la invasión alienígena en la ciudad de Nueva York. En esta ciudad, hemos visto innumerables producciones sobre el tema, pero creo que es el escenario más adecuado para comenzar esta historia, ya que se le conoce como la ciudad que nunca duerme y, por tanto, la que siempre está haciendo ruido: el caldo de cultivo ideal para extraterrestres que cazan a sus presas utilizando la audición como arma principal.
La trama además evoca al silencio inimaginable que se vivió en el año 2020 durante la pandemia. La manera en que el director y el equipo de producción lograron crear a un Nueva York destruido fue sorprendente, ya que lucía muy cercano a una posible realidad. Esto ayuda significativamente a que te sumerjas en todos los acontecimientos de la película y comiences a crear empatía con los personajes.
Lo más icónico de esta saga son los momentos de silencio tan prolongados que te obligan a prestar atención a los gestos de las personas en la pantalla. No hay duda de que todos en el elenco hicieron un excelente trabajo, pero es Lupita Nyong’o quien logra conectar más con la audiencia, gracias a su gran actuación y el arco de su personaje.
La historia de Sam va más allá de una simple invasión de extraterrestres y muestra cómo, en un evento tan catastrófico como este, los seres humanos comienzan a desorientarse y a sentir miedo, angustia, confusión e incertidumbre intolerables. Además, Sam está lidiando con un cáncer terminal, lo que añade profundidad a su personaje.
En medio de estos momentos difíciles, arriba el personaje de Joseph Quinn, conocido como Eric, quien brinda un rayo de esperanza a Sam en medio de su miseria. La combinación de estos dos en pantalla es excelente y, junto al director, supieron mostrar al público lo que es llevar una amistad genuina en medio del caos y la desesperanza.
Un punto negativo es que no se explora suficientemente el origen de estas criaturas y, después de tres películas, todavía desconocemos detalles sobre su verdadero propósito al invadir la Tierra. Sin embargo, esto también deja abierta la posibilidad de seguir contando historias de diferentes personas afectadas por este evento, lo que podría expandir aún más la saga.
A pesar de esto, la película ofrece una gran trama y te mantiene en tensión durante una hora y 40 minutos, mientras te preocupas por la supervivencia de Frodo, el gato de Sam.
Si estás buscando algo que ver, sin duda te recomiendo A Quiet Place: Day One. Te mantendrá en tensión de principio a fin y saldrás complacido por su puro entretenimiento.