La tercera entrega de una de las sagas más taquilleras y esperadas del universo cinematográfico de Marvel llega a los cines este jueves, 4 de mayo.
Aunque con el tono cómico y desenfadado de sus predecesoras, en esta ocasión el director James Gunn nos presenta una película que se adentra en un terreno más serio y profundo.
Por ello volverán a ver a los héroes liderados por Peter Quill (Chris Pratt) en Knowhere, su nuevo hogar, donde -a pesar de que parecen estar cómodos- pronto serán trastocados por el pasado turbulento de uno de sus miembros.
La trama se centra en la necesidad de salvar la vida de Rocket, lo que obliga al equipo a embarcarse en una peligrosa misión que podría poner fin a los Guardianes, tal como los conocemos.
La película presenta un tono más serio en comparación con las dos entregas anteriores, pero mantiene su característico sentido del humor. Este equilibrio funciona bien, ya que se abordan temas más profundos y emocionales, como el abuso animal, de una manera sutil, pero efectiva.
En esta tercera entrega se logra además un balance impresionante entre los personajes. Todos tienen su momento para brillar en pantalla, y la dinámica del equipo se siente más unida que nunca. Cada personaje tiene su propia historia y motivación, y esto se traduce en una experiencia cinematográfica más completa y satisfactoria.
Asimismo, el filme galvaniza a tal grado el vínculo entre los personajes y el espectador, que logra una conexión emocional inusual: algo que no se había sentido en una producción de Marvel por mucho tiempo.

También conviene resaltar que, aunque todos los personajes brillan, Rocket es indudablemente el corazón de esta producción. La película profundiza en su caótico pasado y sus consecuencias en el presente. A través de un viaje emocional conmovedor, Rocket debe enfrentar una situación de vida o muerte y aprender a confiar en su familia extendida. Su arco es profundamente emotivo y sirve como el núcleo de la película.
Otro de los aspectos destacables de Guardians of the Galaxy Vol. 3 es su excelente banda sonora y cómo emplea la música en escenas claves. Al igual que en las entregas anteriores, este es un elemento imperativo en la trama y ayuda a establecer el tono adecuado en cada estampa, generando una experiencia fílmica más enriquecedora.
Además, la película ofrece una mejora significativa en términos de efectos visuales, en comparación con las últimas producciones de Marvel. Es evidente que se ha invertido un gran esfuerzo y tecnología en la creación de criaturas alienígenas, paisajes espaciales y otros elementos que conforman el universo de los Guardianes, lo que resulta en mundos llenos de color, contrastes y detalles sorprendentes.

A pesar de todo lo anterior, empero, la película tiene un punto débil: Adam Warlock.
Aunque se esperaba mucho de este personaje, su participación resultó poco relevante y su papel termina siendo decepcionante. Pero esto se compensa con un villano memorable: The High Evolutionary. Este último fue bien desarrollado con motivaciones claras y un trasfondo interesante que lo hace más trascendente y complejo. Hace mucho tiempo no detestaba un villano como este en una película de Marvel.
En resumen, Guardians of the Galaxy Vol. 3 es un final emotivo y visualmente fenomenal para la trilogía, con Rocket en el corazón de un viaje conmovedor que celebra el tema de la familia encontrada.
Además, con James Gunn a cargo de la película, también hay esperanza para el universo cinematográfico de DC, ya que demostró su habilidad para mezclar exitosamente temas serios con comedia y acción
¿Será este el último baile de los Guardianes de la Galaxia? Solo el tiempo lo dirá. Entretanto, su legado en el universo cinematográfico de Marvel de seguro perdurará.