Oriundo del barrio Sabana Llana, Ramón Hernández Torres vivió parte de su niñez en Juana Díaz hasta que su familia emigró a Nueva Jersey buscando mejores oportunidades.
A su regreso a Puerto Rico, temprano en su juventud, consiguió empleo en una farmacéutica de Guayama, donde permaneció alrededor de 15 años.
Luego se embarcó en la aventura de tener su propio negocio, un colmado con liquor store en su barrio juanadino, el cual proyectaba expandir.
Al cabo de varios años, cuando el emprendimiento ya empezaba a dejarle dinero para el sustento de su esposa y dos hijas, Hernández Torres cambió su rumbo dramáticamente hacia la política.
Fue su militancia en el Partido Popular Democrático (PPD) la que le ubicó como el candidato que intentaría derrotar al novoprogresista Santiago “Chago” Martínez, quien llevaba ocho años en el poder con aparente solidez. Y lo logró.
Desde entonces, Hernández Torres lleva 24 años trabajando en la calle Degetau, frente a la plaza pública y, según él, sigue contando.
A punto de finalizar su sexto cuatrienio, el alcalde de 63 años de edad aspira a continuar otro término al frente de la ciudad poeta.
“Yo no pienso retirarme todavía. Yo tengo todavía mucho que darle a nuestro pueblo”, afirmó en entrevista con La Perla del Sur, por lo que quitarse no está en el panorama ahora ni en el 2028, si resultara favorecido en las elecciones generales del 5 de noviembre.
“El retiro, debo decirle que no está actualmente en mi pensamiento. Claro, uno no va a durar todo el tiempo. En algún momento ese proceso se tiene que dar. (Pero) No creo que va a ser el próximo cuatrienio. No lo creo”, señaló.
Más allá de su voluntad, tampoco le han salido retadores en el PPD. Con un mandato sólido, que tiene por zapata el respaldo de los populares y de personas de otros partidos, Hernández Torres opinó que a su sustituto “no lo he visto todavía en el panorama”.
Pérdidas familiares, retos y peleas
La vida política de Hernández Torres ha tenido retos diversos, como la de tantos otros funcionarios. Sin embargo, a él le ha tocado manejar además una serie de sucesos personales que afectaron su estabilidad emocional y, en un momento dado, amenazaron con sacarlo de la alcaldía.
En su primer cuatrienio, del 2001 al 2004, fallecieron su esposa Olga, su madre Paquita y su padre Agustín. Hernández Torres quedó viudo con dos hijas pequeñas y sin su familia inmediata.
“Tuve una serie de situaciones fuertes en ese cuatrienio. Nos mantiene en pie la fe y entender el proceso de la vida, porque fueron bien difíciles. Sin embargo, no abandonamos la responsabilidad como alcalde. Siempre estuvimos temprano, haciendo nuestro trabajo, dando motivación a pesar de todo, dándole dirección a este equipo de trabajo”, manifestó.
Como alcalde novato, tuvo que lidiar también con un ayuntamiento económicamente inestable.
“Ese presupuesto estaba totalmente inflado. Cuando se cuadra ese año fiscal (2001-2002), pues representa creo que $1.3 millones de déficit. Y costó trabajo ir moldeando ese asunto hasta que finalmente se logra un superávit. Ya llevamos 10 años con superávit en nuestro municipio”, señaló.
Igualmente, le tocó torear la “resistencia de empleados del Partido Nuevo Progresista a reconocer que había entrado una nueva administración”.
Lo positivo fue la relación con la gobernadora Sila María Calderón, a quien destacó como la más colaboradora de todos los inquilinos de La Fortaleza con quienes le ha tocado trabajar. Junto a ella encaminó la construcción del Coliseo Dolores “Toyita” Martínez.
“Sila María Calderón fue muy pro alcalde, porque ella sabía que la sintonía de los alcaldes con sus comunidades era el éxito de su administración”, apuntó.
Hernández Torres fue a la reelección y se impuso al penepé Osvaldo Colón por más de tres mil votos, en una campaña que calificó como “fuerte”.
Durante su segundo término, cuando todavía se recuperaba de la partida física de sus tres familiares, tuvo otra pérdida. Su abuela Elina murió en el 2005.
Ese fue también el cuatrienio de Aníbal Acevedo Vilá en la gobernación. A pesar de ser del mismo partido, Hernández Torres tuvo una disputa pública con el exgobernador por el Gasoducto del Sur e, incluso, lo demandó en el tribunal. El proyecto, gracias también a la resistencia comunitaria, no se desarrolló.
“Llevé una batalla en los tribunales contra el propio gobernador de mi partido por una violación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y cómo (el gasoducto) iba a impactar a nuestras comunidades. Había un poder extraordinario del gobierno de Puerto Rico en ese proyecto. (Tenían) Los mejores abogados, los mejores bufetes. Sin embargo, prevalecimos y prevalecimos con un proceso histórico porque a la juez Lauracelis Roques la acababa de nombrar el gobernador Aníbal Acevedo Vilá. Y, sin embargo, entendía que el municipio tenía la razón y validó nuestra posición, paralizando el gasoducto”, recordó. “Fue una pelea difícil”.
Esta batalla, incluso, laceró la relación entre ambos a nivel personal.
Hernández Torres relató que, tras ser invitado por La Fortaleza, acudió a un concierto de Richie Ray y Bobby Cruz en el palco del gobernador en el Coliseo de Puerto Rico. Lo hizo, dijo, para demostrarle su solidaridad, porque Acevedo Vilá ya había sido acusado de corrupción por las autoridades federales.
“El gobernador se me acerca y me dice: ¿qué ___ te pasa con el gasoducto? Y ahí comenzamos una discusión. Le dije ‘gobernador, yo vine a ser solidario con usted, pero no tiene razón con el gasoducto’. Y fue un momento bien difícil. Me quedé hasta finalizar el concierto, pero le dije al gobernador que no tenía razón”, contó.
Tiempo después, agregó, “él dijo en una entrevista que el municipio tenía razón y después de eso, afinamos nuestra relación”.
En medio de esa turbulencia, también le salió un retador en primarias en el 2008. Luis Ángel Cortés, sin embargo, no recibió el apoyo popular y Hernández Torres no solo superó la elección interna sino la general, y juramentó al tercer término.
A partir de ahí, consolidó un liderato hasta el presente.
“Yo no he tenido incidentes mayores en los procesos políticos, gracias a Dios. La gente me respeta y me aprecia, y yo igual. Tengo sobre tres mil hermanos del PNP que votan por mí. Esa es una realidad”, expresó.
Le ha ido mejor con gobernadores penepés
Del cuatrienio del 2009 al 2012, comentó que “tuve una relación muy buena con Luis Fortuño”. De hecho, reveló que todavía lo llama ocasionalmente para saludarlo.
Luego, en el 2013, llegó otro gobernador popular, Alejandro García Padilla, y “no fueron momentos muy buenos”.
- “¿Cuál fue el problema?”, preguntó La Perla del Sur.
“La ejecución. Creo que no se les dio prioridad a los proyectos de nuestra ciudad. Tuve que alzar la voz en un momento dado para solicitar el asfaltado de la PR-149 completa e instalar unos rótulos recabando la colaboración del gobierno central, en una víspera de Reyes. Igual que el asunto de nuestra Banda Escolar. Fueron momentos bien difíciles. No sentía apoyo en la gestión pública hacia nuestro pueblo”, expuso Hernández Torres.
En su quinto cuatrienio, hubo dos gobernantes. Con Ricardo Rosselló Nevares apenas interactuó, pero con Wanda Vázquez Garced “tenía una relación extraordinaria y constantemente también la llamo, para hablar de su caso (federal por corrupción) y desearle muchas bendiciones”.
Sobre el presente cuatrienio, liderado por Pedro Pierluisi Urrutia, dijo que “quizás no se ha logrado lo que uno espera, pero sí se han hecho unas cosas y uno tiene que ser agradecido también”.
Y a nivel personal, mencionó que “ha sido un poquito difícil en términos de salud, pero gracias a Dios estamos bien”.
- ¿Cómo fue ganando apoyo fuera del PPD para revalidar?
“Había una sintonía con el pueblo. Yo atiendo público martes y jueves. Hubo una comunicación directa, no solo en el proceso de visitar la alcaldía, sino en las comunidades”, respondió.
También confirmó que, previo al huracán María, no había considerado retirarse y que, luego del desastre, mucho menos, porque quiere poder encargarse del proceso de reconstrucción.
“Yo siempre pensé que el pueblo ha sido generoso con este servidor al darle la confianza por tanto tiempo. Y siempre visualizando cuál fue el compromiso principal que yo hice con nuestro pueblo: responsabilidad, honestidad y transparencia. Ese es el norte nuestro. Y cuando vienen los retos con María y la cantidad de subvenciones federales, dije, caramba, hay que seguir en esto para materializar todos estos proyectos que quedan”, sostuvo.
Hernández Torres indicó que la alcaldía cuenta con $130 millones de fondos federales, por el huracán, la pandemia de Covid-19, y para realizar proyectos de mitigación y rehabilitación urbana.
“Para finales de este año natural, se supone que nos entreguen el Centro Operacional de Seguridad y Manejo de Emergencias. La pista atlética esperamos entregarla para finales de este mes. El Centro de Bellas Artes… se debe entregar en febrero (de 2025), si Dios permite. El coliseo ya estamos prácticamente adelantados, falta que llegue el tabloncillo y con eso lo entregamos”, anticipó.
Para el 2025, debería materializarse el sistema de transportación colectiva -que tiene la primera fase en marcha- y, con suerte, el proyecto de rehabilitación del casco urbano.
Sobre el particular, dijo que esperan el visto bueno del Departamento de la Vivienda.
“Estamos adquiriendo unos edificios. Donde estaba (el negocio) 127 ya tenemos la tasación y vamos a adquirirlo para hacerlo disponible para comercio o cualquier institución que pueda rendir servicio a nuestra gente. El Banco Popular salió del pueblo, pero hay negociaciones para ese local. Ya está en venta. El edificio Felipe Cintrón está en remodelación y en negociaciones. Así que hay, dentro de todo, posibilidades”, explicó.
“En el tercer piso del estacionamiento municipal estamos haciendo un rooftop para darle vida social a nuestro pueblo. La casa que está detrás de la alcaldía la estamos adquiriendo para hacer un Museo del Ayer, de Hoy y de Siempre. El edificio de la esquina donde estaba Santander, el municipio lo está adquiriendo para hacer una oficina de gestión única y estamos esperando que el Departamento de la Vivienda nos dé el go ahead. Ya hemos firmado todo para rehabilitarlo y hacerlo disponible”, prosiguió.
Hernández Torres señaló que también quiere trabajar con la erosión costera y el sistema energético de su pueblo, que ha sido inestable desde el 2021 cuando se quemó la subestación del Fuerte Allen.
“Yo estoy enfocado en la campaña, pero más allá de la campaña, en todos estos proyectos de reconstrucción. Esa tiene que ser la máxima, esa tiene que ser la mayor prioridad de nuestro gobierno municipal: tratar de ejecutar, que no se pierda un solo centavo de obligaciones federales que llegaron a Puerto Rico y, especialmente, a nuestra querida ciudad de Juana Díaz”, expresó Hernández Torres.