Un panel de expertos alertó este martes de las “barreras enormes” que tienen las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) en América Latina y el Caribe para conseguir financiamiento y acceso a capital.
Así lo aseguró la vicepresidenta de Sectores y Conocimiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ana María Ibáñez, quien manifestó durante el panel «El poder de la financiación: Cómo el acceso a los mercados financieros puede transformar las PYMEs en Latinoamérica y el Caribe» que «las medianas empresas y con un potencial de crecimiento alto son importantes porque pueden promover la innovación y moverse hacia la transición verde».
En el evento, que hace parte de la Cumbre Finanzas en Común (FiCS) en Cartagena de Indias, la mayor reunión mundial de la banca de desarrollo, la experta del BID señaló que ante las restricciones fiscales «tan grandes que hay en América Latina y el Caribe”, la inversión privada será “realmente importante” para (las medianas empresas) la región.
«Se ha demostrado que los mercados de capital son flexibles y que pueden ayudar a la financiación», agregó Ibáñez.
Cifras preocupantes
El jefe de la Unidad de América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Sebastián Nieto, presentó los resultados de un informe que ese organismo y el BID realizaron y que muestra cifras preocupantes.
Según el estudio, «las micro y medianas empresas» en la región «solamente tienen un 25 por ciento de financiación, lo cual es menor que el promedio mundial».
El presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora, afirmó que «las empresas medianas en América Latina y el Caribe tienen un síndrome porque no son pequeñas ni grandes”, por lo que se encuentran en “una situación bastante incómoda».
«Cuando se trata de llevar al siguiente nivel (…), la experiencia nuestra ha sido traumática. Hemos acompañado a empresas a volverse públicas en el mercado y la experiencia es muy mala», expresó.
Detalló que, por ejemplo, «los cumplimientos regulatorios son asfixiantes para las compañías, y se vuelven demasiada carga».
«Se da que cae toda la carga regulatoria, pero no hay la liquidez suficiente para compensar», añadió.
Además, abogó por mecanismos de Gobierno corporativos para las compañías y también por estrategias para cubrir riesgos.