Puerto Rico podría beneficiarse de los cambios en la política comercial de Estados Unidos si logra posicionarse como un destino estratégico para la relocalización de manufactura, según plantea la primera edición de Al Punto, una nueva publicación periódica de Estudios Técnicos, Inc. sobre temas de actualidad económica.
La edición inaugural analiza los efectos de los nuevos aranceles impulsados por la administración del presidente Donald Trump, dirigidos a productos importados desde países como China, Vietnam y la Unión Europea, incluyendo vehículos, piezas, y ahora también productos farmacéuticos e ingredientes activos (APIs).
“En la medida en que algunas empresas consideren relocalizar su manufactura ante los altos aranceles, Puerto Rico podría posicionarse como un destino estratégico dentro de la jurisdicción estadounidense, combinando ventajas logísticas con conocimiento industrial”, expone el documento.
Un estudio del Brookings Institution advierte que la producción de medicamentos genéricos podría verse afectada por los cambios arancelarios, lo que abre un nuevo reto —y a la vez una ventana de oportunidad— para jurisdicciones como Puerto Rico.
Aunque no existen datos específicos locales sobre cómo percibe el sector manufacturero este panorama, Al Punto cita una encuesta reciente de CNBC sobre “reshoring” (el regreso de la producción a Estados Unidos), que revela el escepticismo del sector privado ante los costos de esa estrategia. De las 380 empresas encuestadas:
- El 81% indicó que preferiría automatizar en lugar de contratar más personal.
- El 57% opinó que relocalizar duplicaría sus costos.
- El 47% afirmó que los aumentaría aún más.
- El 61% dijo que preferiría mudarse a países con aranceles bajos.
- Solo un 14% vio en las contribuciones federales un incentivo para regresar.
- Y el 61% opinó que la administración Trump estaba “intimidando al sector corporativo”.
Pese a este panorama, la publicación sugiere que si Puerto Rico trabaja desde ahora en estrategias a largo plazo, como mejoras de infraestructura y promoción activa, podría atraer parte de ese pequeño pero significativo porcentaje de producción que se relocalice dentro de la jurisdicción estadounidense.