Todavía con un mal sabor de boca por la eliminación del equipo en los playoffs, el gerente general de los Mets de Nueva York, Billy Eppler, conversó sin demora con Jacob deGrom sobre su futuro.
Debido a que el dos veces ganador del Premio Cy Young encabeza una larga lista de posibles agentes libres, Eppler es totalmente consciente del gran trabajo que los Mets tienen por delante para reconstruirse sobre lo que fue una exitosa campaña regular.
Eppler conversó con deGrom sobre las perspectivas de su reintegración. El lanzador derecho de 34 años ha dicho que tiene planes de salirse de su contrato conforme a una cláusula y saltarse un salario de $30.5 millones de dólares para la próxima campaña a fin de convertirse en agente libre.
“Conversamos directamente. Sabe cómo nos sentimos. Sabemos cómo se siente él. Fue una conversación buena”, dijo Eppler.
“Dialogamos bastante sobre el curso de esta temporada y creo que palpamos qué es lo que motiva al otro. Así que creo que las cosas son positivas, la relación es positiva, y ya veremos hacia dónde va finalmente”.
Después de que las lesiones en su antebrazo, codo y omóplato lo mantuvieron inactivo, deGrom regresó al montículo a principios de agosto para su primera actuación en casi 13 meses. Terminó con marca de 5-4 y efectividad de 3.08 en 11 presentaciones, vaciló en la recta final y trabajó con solidez seis entradas, en las que le anotaron dos carreras en la victoria del segundo juego de los playoffs que alargó la campaña de Nueva York.
DeGrom, elegido cuatro veces al Juego de Estrellas, ha pasado toda su carrera profesional con los Mets, y el equipo quisiera que vuelva a ser abridor con Max Scherzer, de 38 años, a quien restan dos campañas con el club de acuerdo con su contrato de tres temporadas por $130 millones de dólares.
Una caída inesperada
Cinco días después de que los Padres de San Diego eliminaron a los Mets en Nueva York, Eppler y el piloto Buck Showalter destacaron la temporada del club en 2022, durante una conferencia de prensa en el Citi Field.
Ambos elogiaron a los jugadores, se dijeron orgullosos de haber ganado 101 encuentros —la segunda cifra más alta en la historia de los Mets— y reconocieron la decepción de su efímero paso por la postemporada, que solo duró tres jornadas.
“Creo que los jugadores del equipo están frustrados. Y con justa razón”, dijo Showalter ayer, viernes. “Yo preferiría haber ganado 92 encuentros y ser el último equipo en pie”.
Idear una forma de destronar a Atlanta en la División Este de la Liga Nacional y llegar más lejos en octubre es la tarea desafiante que enfrentan Eppler y sus colaboradores rumbo al receso de campaña, en medio de la incertidumbre.
Sin impedir que los Bravos conquistaran el título divisional, los Mets (101-61) obtuvieron el primer pasaje del comodín de la Liga Nacional, pero fueron eliminados rápidamente por Joe Musgrove y los Padres en la serie en Queens.
Pete Alonso conectó el único imparable de los Mets el domingo en la noche y el equipo sucumbió por 6-0 en el tercer y decisivo encuentro.