Erik Spoelstra, el entrenador de Miami, ingresó en la sala de entrevistas después del partido. Llevaba una copa de la bebida con la que estaba celebrando.
Ocupó un asiento y comenzó a explicar lo difícil que ha sido el recorrido de esta campaña para el Heat.
La temporada regular fue un suplicio. El Heat debió sobrevivir al minitorneo de repechaje. Estuvo a tres minutos de quedar eliminado antes de que los playoffs comenzaran siquiera, y necesitó una remontada tan sólo para ganarse el derecho de enfrentar a Milwaukee, el primer preclasificado del Este.
Todo eso quedó atrás. Miami será uno de los últimos cuatro equipos que queden en pie. Y lo logró como octavo de la conferencia.
Jimmy Butler anotó 24 puntos, Bam Adebayo sumó 23 y el Heat aseguró su regreso a la final de la Conferencia Este, al superar ayer, viernes, 96-92 a los Knicks de Nueva York.
“Es muy difícil llegar a la final de la Conferencia Este”, dijo Spoelstra.
Tal vez para otros, no para Miami. El Heat avanzó a esta instancia por décima vez en total y por séptima en los últimos 13 años. En las cuatro temporadas más recientes lo ha logrado tres veces.
Jugará el primer encuentro en Boston o Filadelfia el miércoles. Los Celtics y los 76ers definirán su semifinal del Este el domingo.
“Esto significa que estamos un paso más cerca de nuestra meta”, comentó Butler.
Max Strus añadió 14 unidades, mientras que Kyle Lowry contabilizó 11 y entregó nueve asistencias por el Heat, octavo preclasificado, que ganó 4-2 la semifinal.
Miami es el segundo equipo en la historia que, tras colarse como octavo preclasificado, llega a la final de conferencia. Se unió a los Knicks, que lo lograron en 1999.
Jalen Brunson lució espectacular por Nueva York, al anotar 41 puntos, fruto de 14 encestes en 22 disparos. Sin embargo, sus compañeros se combinaron apenas para 51 unidades.
Julius Randle consiguio 15 y RJ Barrett anotó 11, al acertar sólo uno de 10 disparos de campo. Josh Hart logró 11 puntos también por los Knicks.
“Felicidades al Heat, a la organización, al cuerpo técnico, Spo y Pat Riley y todos sus jugadores”, dijo el entrenador de los Knicks, Tom Thibodeau. “Jugaron con todo en esta serie. Me quito el sombrero ante ellos. Pero estoy muy orgulloso de mis jugadores. Siempre hay decepción al final de una temporada. Al final, sólo un equipo es campeón… Estoy orgulloso por la forma en que mi equipo ha trabajado todo el año”.
El partido se puso interesante al final pero Miami sobrevivió.
