HOUSTON – Por primera ocasión en una campaña de tonalidades grises, José Altuve fue reconocible en el segundo juego de la Serie Mundial.
El venezolano bateó tres imparables, incluido un doble, para ayudar a que los Astros de Houston obtuvieran el sábado una victoria de 5-2 sobre los Phillies de Filadelfia, igualando el Clásico de Otoño a un triunfo por equipo.
«¡Hombre, fue bueno ver eso!», dijo el manager Dusty Baker. «Todos en el equipo estaban sumamente contentos por él. Nos encantó ver que tuviera ese tipo de juego. Ojalá que pueda continuar y mostrarse como suele hacerlo».
Altuve, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2017, había estado inusitadamente silencioso este mes. Abrió los playoffs con la peor racha en su carrera, en la que se fue de 25-0.
Y al comenzar el segundo encuentro, había conectado apenas de 37-4 en esta postemporada.
Para el séptimo episodio del encuentro del sábado, había igualado prácticamente esa cifra de imparables.
«Me siento bien», dijo. «Me siento realmente bien. El ritmo, la confianza, todo estuvo ahí esta noche. Ojalá que pueda seguir así».
Tres veces campeón de bateo, «Astroboy» mostró al fin su mejor forma desde el primer lanzamiento. Encontró una oferta de Zack Wheeler y bateó un doblete al jardín izquierdo.
Anotó poco después, cuando el dominicano Jeremy Peña, también al primer pitcheo, logró otro batazo de dos esquinas que envió a Altuve a home en un inning de tres anotaciones.
El cubano Yordan Álvarez bateó un tercer doblete consecutivo, tras los de Altuve y Peña. Los Astros son el primer equipo en la historia de las mayores que abren el Clásico de Otoño con tres extrabases.
En el quinto inning, Altuve conectó un sencillo. Y en el séptimo, mostró su talento impresionante para hacer contacto, al encontrar una recta a la altura de la frente para conseguir un sencillo más.
Tras llegar a primera, Altuve sonrió. Y todo Houston estuvo feliz de ver esa sonrisa.
Dominante Valdez
Framber Valdez se cambió de guante y de spikes a la mitad del juego. Se frotó las manos repetidamente.
Para la séptima entrada, cuando descendió del montículo mientras recibía una sonora ovación, era claro que el dominicano no había permitido que cualquier sensación de nerviosismo le impidiera reivindicarse en la Serie Mundial.
“Éste fue un juego realmente bueno para los fanáticos, para nuestro equipo y también para mí”, dijo Valdez. “Yo lancé realmente inspirado”.
Tal como ocurrió en el primer juego, los Astros tomaron la ventaja por 5-0. Valdez se cuidó de no dilapidarla, a diferencia de Justin Verlander una noche antes.
“Su curva estuvo perfecta esta noche”, comentó Bryce Harper, la estrella de los Phillies, quien se fue de 4-0. “Estuvo grande y afinado”.
El dominicano se recuperó así de un par de malas salidas en el Clásico de Otoño del año pasado, y lanzó sin admitir carrera hasta el séptimo capítulo. El bullpen sobrevivió a un par de congestionamientos para preservar el triunfo.
“Framber hizo un gran trabajo”, recalcó el venezolano José Altuve, quien salió de una mala racha en la que se había ido de 37-4 en postemporada, al conseguir tres hits. “Simplemente tuvo una actuación asombrosa, tanto él como nuestro bullpen”.
Altuve, el dominicano Jeremy Peña y el cubano Yordan Álvarez contribuyeron con sendos dobletes por Houston, que tomó una ventaja de dos anotaciones tras apenas cuatro lanzamientos de Zack Wheeler. Un error del campocorto panameño Edmundo Sosa permitió otra carrera en el primer inning, y Bregman añadió un cuadrangular de dos carreras en el quinto.
Valdez buscó aplacar cualquier suspicacia sobre la forma en que se frotaba las manos.
“Nadie debe pensar en eso como algo malo. Lo hago abiertamente”, dijo. “Es algo que tiendo a hacer. Lo hago en el juego. Tal vez distrae un poco al bateador de lo que estoy haciendo. Tal vez me mira a mí, frotando diferentes cosas y no piensa tanto en el pitcheo que voy a hacer. Lo he hecho toda la temporada”.
Valdez comenzó el juego con un guante de color de cuero natural, así como spikes con franjas anaranjadas y amarillas. Antes del segundo inning lució guante y spikes oscuros.
“Normalmente tengo diferentes spikes cuando caliento y cuando juego. Hoy decidí comenzar el juego con los que uso para calentar”, explicó. “Tuve un largo inning ahí y pensé, ‘voy a cambiar todo’. Cambié el guante, el cinturón, los spikes. Son las cosas que simplemente hacemos los dominicanos, tenemos algunas tendencias a hacer esto o aquello”.
Un día después de remontar el 5-0 para ganar por 5-4 en 10 innings, Filadelfia buscó una reacción similar.
Los Phillies perdían por cuatro anotaciones cuando Kyle Schwarber conectó un leñazo por todo el jardín derecho con un corredor a bordo en la octava entrada frente al dominicano Rafael Montero. Originalmente, el umpire de la raya del jardín derecho James Hoye marcó un cuadrangular.
Desde la inicial, su colega Tripp Gibson hizo la señal de que debía haber un cónclave. Tras éste, la decisión original se revirtió, al determinarse que la pelota pasó a un lado del poste de foul.
Schwarber, quien lideró la Liga Nacional en vuelacercas esta temporada, conectó luego otro largo batazo que fue atrapado al pie de la barda del bosque derecho.
Ryan Pressly finalizó la labor combinada de seis hits, pese a permitir una carrera en un error del primera base cubano Yuli Gurriel.
Tras dividir honores en Houston, Astros y Phillies reanudan la serie el lunes por la noche en el Citizens Bank Park de Filadelfia, que será sede de un encuentro del Clásico de Octubre por primera ocasión desde 2009
Por los Filis, el dominicano Jean Segura de 3-1 con una empujada. El panameño Sosa de 2-0.
Por los Astros, el venezolano José Altuve de 4-3 con una anotada. El dominicano Jeremy Peña de 4-1 con una anotada y una empujada. Los cubanos Yordan Álvarez de 3-1 con dos anotadas y una remolcada, Gurriel de 4-0, Aledmys Díaz de 3-0. El puertorriqueño Martín Maldonado de 3-0.