Rhys Hoskins alzó los brazos y azotó el bate. Fue un momento de entusiasmo puro, que quedará registrado en la historia deportiva de Filadelfia.
Luego, el pelotero recorrió las almohadillas, mientras buena parte de los 45,538 espectadores saltaba sin parar. Fue una especie de experiencia paranormal para el veterano toletero.
“¡Hombre, solo viví el momento! No supe lo que hacía sino hasta un par de innings después, de verdad”, relató.
Hoskins despertó con el madero en los playoffs, al sacudir un jonrón de tres carreras y protagonizar el encendido festejo ayer, viernes, cuando los Filis vapulearon 9-1 a los Bravos de Atlanta en el tercer duelo de la serie divisional de la Liga Nacional.
Bryce Harper se sumó al festival ofensivo con un cuadrangular de dos vueltas por Filadelfia, que continuó sorprendiendo en estos playoffs.
Harper añadió un doblete remolcador y los Filis tomaron una ventaja de 2-1, para colocarse a una sola victoria de eliminar a los campeones de la última Serie Mundial. Podrían lograrlo hoy, sábado, en casa, si ganan el cuarto duelo.
En 1980, Tug McGraw arengó a sus compañeros con el grito de “tienes que creer”. Hubo un símil esta vez, con Harper.
“Me gritó: ‘No perdemos’», dijo Hoskins. “Creo que eso cree él de nosotros. Es lo que todos creemos”.
Luego, volteó para mirar a Harper y le preguntó: “¿Quieres que lo hagamos de nuevo?”.
“Hagámoslo de nuevo”, respondió Harper.
Los Filis habían esperado 11 años, en su mayoría para el olvido para albergar de nuevo un juego de playoffs en el Citizens Bank Park. Para la mayoría de los fanáticos que se dieron cita en la jornada, valió la pena la espera de 4,025 días.
Y el público debería conservar las toallas que agita para pedir grandes racimos de carreras: Parece que este equipo quiere seguir con su octubre candente.
Los bates sonaron durante un ataque de seis anotaciones en la tercera entrada. Bryson Stott encendió la ofensiva con un doble productor ante el novato Spencer Strider.
Kyle Schwarber gestionó un boleto intencional, lo que dejó listo el escenario para Hoskins.
Empantanado en una racha en que se había ido de 19-1, Hoskins encontró una recta de 94 mph y catapultó la pelota hasta el graderío del jardín izquierdo para colocar la pizarra 4-0. Alzó sus brazos y azotó el tolete en el césped, antes de comenzar su trote victorioso.
“No sé si mis pies tocaron el terreno”, dijo.
Strider, quien lanzó por primera ocasión en casi un mes, tras sufrir un tirón en el oblicuo izquierdo, aceptó un sencillo más, antes de que Dylan Lee lo relevara y acabara con su suplicio.
En su primer duelo de playoffs como local con los Filis, Harper logró el jonrón que colocó la pizarra 6-0. Los seguidores de Filadelfia, que llevaron grandes letras para deletrear el nombre de Harper, volvieron a saltar.
“Esto era lo importante”, dijo Harper. “Ahora tenemos una oportunidad de resolver esto en casa”, comentó el jugador, dos veces elegido como el Más Valioso de la Liga Nacional.
Aaron Nola, quien está lanzando mejor que nunca, anuló a un equipo que ganó 101 juegos en la temporada y que se coronó en la División Este. Permitió cinco hits, entregó un par de boletos y recetó seis ponches en poco más de seis capítulos.
Por los Bravos: los venezolanos Ronald Acuña Jr. de 4-1, Orlando Arcia de 2-1, William Contreras de 1-0; el dominicano Marcell Ozuna de 4-0; y el puertorriqueño Eddie Rosario de 2-0.
Por los Filis, el dominicano Jean Segura se fue de 2-0.