El Departamento de Transportación y Obras Públicas no tiene una solución a corto plazo para las inundaciones que recurrentemente afectan a miles de residentes y conductores de la carretera PR-1 entre Ponce y Salinas, reconoció a La Perla del Sur la secretaria Eileen Vélez Vega.
Según consideró, el problema de fondo es que la vía está anclada en una zona inundable y aumentar la altura de sus puentes no es una solución viable, ya que únicamente atendería el problema de forma parcial.
No obstante, para el futuro inmediato tampoco existe un plan que propicie que la importante arteria vial quede bajo agua con cada episodio significativo de lluvia, tormenta o huracán.
Asimismo, la construcción de una nueva vía ni siquiera está en discusión.
Como reconoció a este medio, Vélez Vega ha recibido peticiones de los alcaldes de la zona sur para que se aumente la altura de los puentes de la PR-1 que frecuentemente quedan cubiertos por el desbordamiento de ríos y quebradas.
Dos de ellos son el del barrio Jauca en Santa Isabel y el puente cercano a la pista del Aeropuerto Mercedita en Ponce, el cual el río Inabón sobrepasa con facilidad.
“Aunque levantemos el puente (en Jauca), toda esa zona es un área inundable. Así que no procede hacer un puente elevado, porque entonces la única estructura que no estaría inundada sería el puente. Recursos Naturales está trabajando la parte que le corresponde con los ríos”, dijo la funcionaria.
En el caso de Ponce, las autoridades estatales pasaron el balón al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos con una petición de canalización del río Inabón que, de ser aprobada, tomaría años en materializarse. Mientras tanto, desde el huracán Fiona, el río ha inundado la pista del aeropuerto dos veces y la carretera en múltiples ocasiones.
“Ya esto es una situación interagencial que no solo el DTOP puede resolver, porque yo puedo elevar un puente, pero si el resto del área continúa inundada pues ahí no resolvimos nada. Esto tiene que trabajarse con las agencias federales como el Cuerpo de Ingenieros, nosotros el DTOP con el DRNA para mejorar toda esa área”, continuó la secretaria.
“Definitivamente, ese proyecto (del río Inabón) es complicado y de gran envergadura, porque no es solamente que voy a subir las estructuras, sino que hay que trabajar la zona entera”, agregó.
Ante la realidad de que la PR-1 está ubicada en zona inundable y que el panorama con las inundaciones, lejos de mejorar, podría empeorar con el cambio climático, La Perla del Sur preguntó sobre la viabilidad de construir una vía alterna a la PR-1. Sin embargo, el factor económico pareció pesar más en la ecuación.
“Nosotros, actualmente, no tenemos los fondos para hacer una vía nueva o relocalizar carreteras completas”, respondió. “Eso depende muchísimo del dinero que tengamos asignado de fondos federales, porque ya esto sería una inversión mayor donde tendría que contribuir Federal Highway Administration, que es la que nos provee los fondos federales para estos proyectos de capacidad y planificación”.
“Así que, definitivamente, es un proyecto mucho más complicado que simplemente hacer un acceso nuevo. También dependería de cuántas expropiaciones hay, si hay áreas protegidas. Esto es un análisis y una planificación que tomaría varios años”, explicó.
Aun así, Vélez Vega no lo descartó, pero insistió en que es una alternativa cuesta arriba.
“Hacer un acceso nuevo y eliminar uno por completo tiene que también tener unos estudios de justificación y de viabilidad. No es imposible, pero es bien complicado y tomaría varios años de planificación y también de que nos asignen los fondos necesarios”, reiteró.
La respuesta, entonces, es “mitigar” cada vez que surge una emergencia.
“Es la situación que vivimos, nuestro clima, nuestra geografía y la topografía. Es bien difícil poder controlar totalmente los derrumbes y las inundaciones, y lo que hacemos es hacer la respuesta ágil ante las situaciones”, añadió.