La moratoria de 64 programas académicos en la Universidad de Puerto Rico (UPR) fue suspendida hoy por el presidente de la institución, Luis A. Ferrao.
Esto, luego de que todos los consejos generales de estudiantes, los gremios sindicales y otros integrantes de la comunidad universitaria exigieran que se revirtiera la eliminación de esa oferta académica, convocaran manifestaciones en los campus e, incluso, pidieran la renuncia de Ferrao.
El presidente dijo que, junto a los rectores de las unidades académicas, determinó continuar con el proceso de admisión para el año académico 2025-2026 con la oferta académica publicada originalmente.
Sin embargo, advirtió que los rectores tienen la obligación de continuar la evaluación de los referidos programas y deberán remitirle un informe al respecto el 21 de mayo de este año.
“Todos los rectores, se comprometen a continuar con el plan de trabajo emitido al igual que incorporar un proceso de evaluación ampliamente participativo en sus respectivas unidades, con el objetivo de continuar con los planes de optimización de su oferta académica, reestructuraciones académicas y llevando a cabo consolidaciones a futuro”, comunicó Ferrao en declaraciones escritas.
“Es importante destacar que estos programas deberán entregar métricas anuales a la Vicepresidencia de Asuntos Académicos e Investigación para asegurarnos que se cumple con sus planes de innovación académica”, agregó.
Dijo, asimismo, que algunos de los directivos de los programas implicados ya han iniciado revisiones curriculares y han propuesto “estrategias para fortalecerse y atender sus métricas de efectividad”.
Antes de que Ferrao emitiera su comunicado, diversos componentes de la comunidad universitaria de la UPR exigieron que se dejara sin efecto la orden de eliminar los programas académicos con bajo reclutamiento.
“Esto es una falta de visión universitaria y una gestión peligrosa encaminada a llevar a la Universidad de Puerto Rico al desmantelamiento. La UPR es clave en atender la crisis que enfrenta el país y en lugar de invertir en la UPR, que es lo mismo que invertir en el futuro del país, buscan achicarla y cerrarla”, expresó Carlos De León, presidente de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND).
“El llamado de la amplia comunidad universitaria, es que exigimos que se revierta la directriz y se admitan a todos los estudiantes de nuevo ingreso que solicitaron a dichos programas. La administración de la UPR ha fracasado en su deber de defender el presupuesto al que tiene derecho en ley y mantiene una actitud desafiante y peligrosa al violar acuerdos negociados con sus trabajadores”, agregó De León.