“¡Dios mío! ¡Me asusto como si ocurriera otra vez!”, lamentó Norma Santiago Jusino al escuchar las alarmas del pasado jueves y caminar al exterior del centro comunal de la urbanización Villa del Carmen en Ponce, con su mochila a cuestas.
Sabía que participaba de un simulacro de tsunami, de la más reciente edición del Caribe Wave, pero como confesó a La Perla del Sur, las marcas que le dejaron los sucesos del 7 de enero de 2020 persisten como traumas de los que no ha podido librarse.
“Ese terremoto acabó con mis nervios. Es como una herida que no sana”, explicó.
Según rememoró, mientras aquel sismo de magnitud 6.4 ocurría y el apagón general la dejaba a oscuras al interior de la casa que ha vivido por los pasados 50 años, logró guarecerse en un armario, aterrorizada, “porque en aquel momento sentía que las paredes se estaban cayendo”.
Cuando el sismo amainó, su teléfono comenzó a sonar. “Eran mis hijas, preocupadas”, puntualizó. Aunque se ofrecían para ir a su encuentro, Santiago Jusino prefirió salir de su casa y consultar a vecinos, tomar las llaves de su auto y salir a toda prisa de Villa del Carmen.
A pesar de que apenas halló obstáculos durante el escape, muchos otros no tuvieron la misma suerte. Tras la activación de una alerta de tsunami para el sur de la isla, gran parte de los 5 mil residentes de la comunidad optaron por hacer lo mismo, atascándose en calles y avenidas congestionadas.
Villa del Carmen, una zona residencial que agrupa a cuatro urbanizaciones y 2,064 viviendas, posee desde su origen una sola entrada y salida vehicular, a pesar de que toda el área ubica en un territorio vulnerable a tsunamis, como evidencia el Mapa de Desalojo de la Red Sísmica de Puerto Rico.
La alerta de tsunami se descontinuó antes de la hora, pero para entonces era evidente el “caos en la entrada, porque miles se montaron en los carros”, agregó sobre lo ocurrido aquella madrugada Lohary Munet Piñeiro, presidenta de la Junta de Residentes.
“Obviamente, cuando hay una emergencia, el desalojo comunitario debe hacerse caminando y para eso tenemos tres rutas de desalojo identificadas por la Red Sísmica”, agregó la líder comunitaria.
Sin embargo, Munet Piñeiro reconoció que “por múltiples razones” no todos los residentes están en condiciones de asumir los cinco a 20 minutos de caminata requeridos hasta el espacio de asamblea calificado como seguro, la rotonda frente al Centro de Convenciones de Ponce, por lo que encauzar un proyecto que habilite una segunda vía de acceso vehicular a las urbanizaciones Villa del Carmen, Extensión de Villa del Carmen, Estancias del Carmen y Costa Sabana es apremiante.
Silencio a tres años de vista pública
Su opinión fue secundada por Ángel Fourquet Cordero, quien tres años atrás estrenó su cargo como representante del Distrito 24 convocando a una vista pública en el mismo centro comunal donde el pasado jueves se originó el simulacro.
“Tengo raíces familiares en la comunidad Villa del Carmen, tanto por parte paterna como materna, por lo que conozco, ya no la hipotética, sino la situación real de una emergencia que amerita un desalojo”, comentó de entrada sobre lo sucedido en enero del 2020.
“La palabra que mejor describe aquella evacuación es ‘caótica’”, continuó, “por lo que entiendo la necesidad y la urgencia real de atender esto”.
Según expuso, el 12 de marzo de 2021 citó a funcionarios del Gobierno Municipal de Ponce y del Departamento de Transportación y Obras Públicas para junto a vecinos estudiar dónde y cómo abrir un segundo acceso vehicular a la comunidad.
“En ese momento era muy importante citarlos, porque teníamos disponibles una cantidad de fondos federales de recuperación y mitigación a raíz de los desastres de María y los terremotos”, dijo en entrevista.
Una inyección de capital, reconoció, podía hacer viable desde los estudios hasta el diseño y construcción de otra válvula de escape “aunque fuera solo para emergencias”, en un predio al noreste de la comunidad, justo al lado opuesto del acceso actual. En ese segmento, sostuvo, ya se ha declarado una vivienda como estorbo público y se podría habilitar una salida vehicular hacia el norte, “hacia el paseo lineal y el Centro de Convenciones”.
“El primer reto es que, para crear un acceso de esa manera, habría que expropiar y los fondos federales no pueden usarse para eso”, continuó Fourquet Cordero, “pero pedí que se exploraran todas las posibilidades, incluyendo que el municipio reclamara la obra como un proyecto de mitigación”.
“Y la información que tengo es que, aunque se encuentra todavía en la etapa de aprobación y obligación de fondos, fue uno de los proyectos que logró someterse y está bajo consideración de agencias federales”, expresó el legislador.
Esta versión fue clarificada por el administrador de la Ciudad, Francisco Rodríguez Alier, quien afirmó que la administración municipal sí sometió una carta de intención para acceder a fondos CDBG con este propósito y que la misma está bajo evaluación de funcionarios federales.
Dicha petición, añadió, incluye otra solicitud de fondos para el dragado en la Villa Pesquera de Ponce.
Interpelación a la vista
Mientras se aguarda por un desenlace, la alcaldesa interina Marlese Sifre Rodríguez adelantó a La Perla del Sur que pedirá a Eileen Vélez Vega, secretaria del DTOP, y a Edwin González Montalvo, director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transportación, “conocer sus posiciones, porque, hasta el momento, la negativa (a alternativas) ha sido de ellos”.
El reclamo, explicó, lo ejercerá junto al senador Ramón Ruiz Nieves mediante vistas públicas que deberán efectuarse no más tarde de mayo próximo.
“En enero del 2020 sufrí lo que todos los residentes de Villa del Carmen sufrieron, una gran incertidumbre, una sola salida y un gran ataponamiento al tratar de ayudar a mis papás, quienes viven allí y son personas mayores”, declaró en entrevista la ejecutiva municipal.
“Yo viví en Villa del Carmen desde los cuatro años de edad hasta que me casé en 1997 y sé lo que puede conllevar otra emergencia similar”.
“Queremos resolver ese problema de una vez y por todas, pero en lo que la solución llega a nuestro alcance, también tenemos que cobrar conciencia de cómo proceder adecuadamente en una emergencia”, continuó. “A la hora de un desalojo urgente, la mayoría de las personas reaccionan saliendo en vehículos, cuando lo correcto es que se haga un desalojo a pie”.
Un simulacro nocturno
Para lograr que más individuos y familias residentes adopten esta práctica, la presidenta de la Junta Comunitaria de Villa del Carmen anticipó que ya tienen sobre la mesa la preparación de un simulacro de desalojo nocturno.
“Ya participamos de uno en Mayagüez, en la urbanización San José, y fue un esfuerzo comunitario muy efectivo”, aseguró Munet Piñeiro. “Lograron movilizar a muchos vecinos, incluyendo a personas en sillas de ruedas, y eso mismo es lo que queremos hacer aquí, porque reconocemos que a esta hora de la mañana mucha gente está trabajando y no puede faltar para participar”.
“Nosotros, junto a Manejo de Emergencias Municipal, vamos a coordinar ese desalojo comunitario nocturno para que más personas puedan unirse y puedan prepararse adecuadamente”.
Ese ejercicio, agregó, tendrá lugar este año y se anunciará con semanas de antelación.