Aunque la remoción del derrumbe de rocas tomará más tiempo, un nuevo carril provisional en el expreso PR-52 de Salinas a Cayey abrirá al tránsito vehicular “en o antes del miércoles”, aseguró ayer la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT).
Para entonces, volverán a existir dos carriles en cada dirección y se podrá continuar la extracción de las rocas y el lodo que arroparon la vía, en dirección al centro y norte del país, durante la noche del pasado sábado, 5 de noviembre.
La obra deberá aligerar la kilométrica congestión vehicular que experimentan miles de conductores en esa ruta y que en ocasiones consume hasta hora y media adicional de viaje.
“El deadline que tenemos para abrir es miércoles, pero vamos a tratar de sacarlo antes. Vamos a estar en o antes del miércoles con ese carril abierto”, afirmó en entrevista con La Perla del Sur el ingeniero Luis Vélez, en representación de la ACT.
Hasta ayer viernes por la tarde, el 80 por ciento del hormigón se había depositado en el nuevo carril, una tarea que se culminaría esta madrugada o durante la mañana de hoy sábado, aseguró el ingeniero.
“Si todo sale bien y no llueve, entre sábado y domingo depositaríamos asfalto”, indicó.
La obra está a cargo de Las Piedras Construction, con apoyo de empleados de la ACT.
Ante la falta de un plano, ambas entidades han tenido que diseñar sobre la marcha y atender imprevistos.
“Ayer (jueves) encontramos rocas, que tuvimos que usar martillo para excavar, tuvimos que poner unas tuberías para drenaje. Como no tenemos plano ni nada, estamos abriendo excavaciones y diseñando ahí mismo. Pero todo ha salido bien, las pruebas de hormigón todas dieron, así que estamos en una excelente posición para cumplir”, continuó.
La solución más rápida
El ingeniero Vélez añadió que crear el carril para luego enfocarse en la limpieza del derrumbe es la solución más rápida y segura, porque primero alivia el tapón y luego permite aislar las labores de remoción de material, de forma segura.
“Como es una gran cantidad de rocas, creamos un plan con la Oficina de Ingeniería de Suelos de la Autoridad de Carreteras, y decidimos que la manera más fácil era entrar por arriba (de la montaña) para remover material que está suelto, para que sea más seguro”, explicó. “Y una vez bajemos el material y veamos lo que está suelto, entonces removemos desde abajo”.
“Como eso iba a tardar, íbamos a tener ese tapón, prácticamente, un mes o más, entonces decidimos hacer este carril de medio kilómetro”, agregó.
Explicó además que el material que cayó sobre la vía se ha dejado en el lugar para, precisamente, emplearlo como barrera. Por tanto, si ocurrieran nuevos desprendimientos mientras se remueve corteza al tope de la montaña, esa barrera podría impedir que las rocas lleguen a los carriles.
Simultáneamente, trabajadores han habilitado otro acceso por la parte posterior de la montaña para empezar con la remoción de material, tan pronto esté listo el carril provisional.
En cuanto a la solución final, dijo que sigue en proceso de evaluación.
“Ahora estamos cogiendo la data técnica, vamos a ver la composición de la roca, vamos a ver cuán profundo, si hay grietas o no cuando limpiemos, y entonces vamos a decidir qué método de reparación final vamos a estar instalando”, comentó.
“Hay muchos: productos propietarios, productos que se pueden realizar con obras de hormigón, acero, anclaje; puede ser algún tipo de malla. Ya para la semana que viene debemos tener más o menos definido cuál sería el trabajo final”, anticipó Vélez.
Inalterada agenda en el puente
Por último, el ingeniero de la ACT aclaró que la rehabilitación del puente cercano (losas, barreras de hormigón y transiciones de seguridad) no se afectará, pues está fuera del perímetro de riesgo. Esa labor también es dirigida por Las Piedras Construction.
“Básicamente, no vamos a afectar en nada los trabajos del puente. Seguimos reparando con brigadas y equipos independientes”, resaltó.