Mujeres confinadas recibirán certificaciones educativas en la práctica de asistencia veterinaria y en ‘grooming’ para que a su vez puedan brindar ayuda a los esfuerzos de rescate de animales callejeros realizados por organizaciones dedicadas a estos fines.
Así lo anunciaron las senadoras Keren Riquelme y Marissa Jiménez, quienes indicaron que el taller se encuentra en la etapa organizativa, pero ya cuenta con el aval del Departamento de Corrección y Rehabilitación y su secretaria Ana Escobar.
Se trata de capacitarlas para que cuando salgan a la libre comunidad puedan continuar la misión de rescate de mascotas con vía de darles en adopción. “Existen sobre 500 mil perros abandonados y más de un millón de gatos; estas son cifras impresionantes”, destacó Riquelme.
“Las confinadas realizarán su práctica en la institución carcelaria con animales rescatados por organizaciones sin fines de lucro que se dedican al rescate de mascotas abandonadas” expresó Jiménez. “Esperamos alcanzar acuerdos con estas organizaciones, así como escuelas veterinarias, tanto en las universidades privadas como de la Universidad de Puerto Rico, para que brinden cuidado veterinario a estas mascotas antes de que lleguen a la institución para el cuidado secundario”.
Ambas senadoras del Partido Nuevo Progresista visitaron el complejo correccional de Bayamón para discutir la iniciativa con las confinadas de los módulos designados como de máxima seguridad.
“Aunque en un principio se comenzará con las reclusas de custodia máxima, no se descarta que se pueda llevar a confinadas en otras custodias (mínima y mediana) y también a otras instituciones penales a través de la Isla”, añadió Riquelme.
En el pasado existió un programa similar que se denominó Can-Vivir, pero a diferencia de esta nueva propuesta no tenía el enfoque educativo que se busca ahora. “Las confinadas que tengan la posibilidad de salir nuevamente a la libre comunidad podrán utilizar esta nueva como un primer paso para su propia empresa”, señaló la senadora por acumulación.
Estados como Arizona, California, Oregon y Nebraska han establecido programas similares. Uno de los más destacados es el Paws for Life K9 Rescue, implementado en el norte de California el cual graduó a 100 reclusos en el 2022, muchos de los cuales al terminar su sentencia crearon sus propios negocios.