Los huevos de tortugas tinglares que faltaban por eclosionar en dos playas de Guánica y Ponce se perdieron en su totalidad, debido a la marejada ciclónica reportada el martes durante el paso del huracán Beryl al sur de Puerto Rico.
La pérdida ocurrió en la Playa Ballena, donde se registraron las primeras anidaciones de tinglares esta temporada, y en la playa junto al Ponce Hilton Golf & Casino Resort.
“La marejada ciclónica de ayer (martes), que fue bien fuerte porque las boyas de CariCOOS decían que las olas rompientes estaban de 10 a 11 pies, provocó la pérdida de los últimos nidos que nos quedaban, que estaban próximos a salir desde el 1 de julio hasta agosto”, informó el director de la organización Tortugueros del Sur, Guillermo José Plaza Rodríguez.
En el caso de Playa Ballena, Plaza Rodríguez precisó que “se nos ahogaron 16 nidos”, de los aproximadamente 28 que habían documentado desde que comenzó la temporada en febrero.

Mientras, comentó que “nos quedaban cuatro nidos de tinglares” en el litoral del Hilton. Previo al evento de alta marejada, se habían logrado “seis o siete”.
“En Pozuelo, en Guayama, también tuvimos pérdida de nidos de tinglar. Un compañero caminó y encontró nidos de tinglar por la costa”, añadió en entrevista con La Perla del Sur.
Plaza Rodríguez puntualizó que los integrantes de su organización tomaron previsiones al conocer la fortaleza y trayectoria de Beryl. Sin embargo, la naturaleza arrasó con los nidos.
“Las tortugas marinas tienen su área predilecta de anidación. En el caso del tinglar, la tortuga anida entre la rompiente y la berma de la playa; el carey anida arriba en la vegetación y la tortuga verde lo hace empezando la vegetación o dentro de ella”, señaló.

“Nosotros ya nos olíamos que algo iba a pasar y, a pesar de que relocalizamos muchos de los nidos bien para arriba en la vegetación, la naturaleza fue más allá. Y este era un huracán categoría 5 pasando por el sur, así que las marejadas eran extremadamente altas”, continuó. “Sobrepasó las expectativas que teníamos”.
Plaza Rodríguez dijo, además, que fue el hecho de que el mar arropó la franja de arena lo que provocó la desaparición de los nidos.
“Los perdimos, lamentablemente, porque hubo marejada alta, más el oleaje estaba alto, y eso provocó que el nido de la tortuga siempre estuviera bajo agua”, estipuló.
“Si simplemente fuera la ola cuando rompía y volvía y bajaba, no hubiese tanto problema. Muchas veces los nidos se pueden dar, porque los huevitos son bastante fuertes, pero en el caso de nosotros, al estar tan alta la marea y el oleaje, lo que provocó fue que el nido siempre estuvo bajo agua”, detalló.
La situación se replicó en otras playas del país, donde organizaciones tortugueras todavía contabilizan las pérdidas.
“Los más que tuvieron pérdidas hasta ahora, porque todavía están tratando de cuantificar, fue el grupo tortuguero ATMAR. Este año ellos tuvieron la mayor cantidad de nidos de tinglar, alrededor de 200, y en una conversación que tuvimos todos los directores de Puerto Rico nos comentaron que parece que ciento y pico de nidos tuvieron algún impacto”, expuso Plaza Rodríguez.
ATMAR (Amigos de las Tortugas Marinas) informó en su perfil de Facebook que “lamentablemente, debido a las marejadas del huracán Beryl la mayoría de los nidos de tinglar se han perdido”.
“Es muy probable que no tengamos liberaciones de tinglarcitos en lo que resta de temporada”, afirmó la organización que monitorea varias playas del sureste del país.
La pérdida de nidos de tortugas marinas por causa de altas marejadas ha ocurrido varias veces en los pasados años y Plaza Rodríguez anticipa que, al menos en el caso de Guánica, la situación se repetirá, porque el terreno se hundió a causa de los terremotos del 2020.
“En esa área de Guánica fue donde hubo la segunda réplica del terremoto, entre Playa Atolladora y Playa Ballena, y hubo un pie de hundimiento. Esto provoca que el nivel freático sea mucho más alto y con cualquier marejada se agrava la situación. Los nidos literalmente se ahogan”, expuso.