Restablecer el servicio al 90 por ciento de los abonados podría tardar entre 48 a 72 horas, reconoció el consorcio energético LUMA Energy.
A las 12:38 de la tarde del miércoles, todas las unidades de generación inesperadamente salieron de servicio, dejado a más de un millón de abonados sin servicio. Cinco horas después, las autoridades aún no tenían respuestas concretas sobre el detonante del mas reciente apagón.
“Según las proyecciones iniciales, estimamos que se restablecerá el servicio para el 90% de los clientes en un periodo de 48 a 72 horas”, afirmó la empresa a las 8:00 de la noche, en sus redes sociales.
“Nuestra prioridad es restablecer el servicio a las instalaciones críticas como el hospital de Centro Médico y a los clientes en la medida que tengamos generación disponible”, abundó.
A las 4:55 de la tarde, el portal oficial de LUMA Energy reportaba que 1,129,967 clientes estaban sin servicio.
Sobre las posibles causas del apagón, en su actualización de las 8:00 de la noche, LUMA finalmente indicó que podría tratarse de una «combinación de factores».
“El análisis preliminar apunta a una falla en el sistema de protección como el primer detonante del evento, seguida por la presencia de vegetación en una línea de transmisión entre Cambalache y Manatí. Esta secuencia de fallas provocó una secuencia de eventos que resultó en una interrupción a nivel isla”, indicó la empresa.
En Ponce prefieren vivir con apagones y no permitir que barcos y plantas de GNL mejoren la infraestructura eléctrica. Cojan de lo que es bueno.
En Ponce queremos evitar que nos sigan cogiendo de lo que no somos.
Ya sabemos que todo este bochornoso desastre se debió a que no se le ha estado dando el mantenimiento adecuado a un equipo. Debieran de investigar a fondo y despedir, fulminante al o a los irresponsables, independientemente de su título o puesto en la empresa. Precisamente por el maldito “ay bendito” puertorriqueño es que tenemos el batatal y el tiestero en el gobierno, hace décadas. Hay que despedir personas que ponen en riesgo la seguridad y salud de la ciudadanía. Esperemos que en esta ocasión “no le echen pajitas” al asunto. Cuando atropellan, o acorralan a un pueblo, o lo exasperan, la historia indica que eso nunca acaba bien…