Después de torear dos años con burócratas, retrasos, detentes y procesos complicados que parecen interminables, el alcalde de Guayanilla, Raúl Rivera Rodríguez, confía que el 2023 sea el año de volver a poner en pie las estructuras afectadas por los terremotos.
“El 2023 esperamos nosotros que sea el año de la reconstrucción”, afirmó Rivera Rodríguez, quien desde el 2021 administra este municipio de 18 mil habitantes y con más de la mitad sobreviviendo bajo el nivel de pobreza.
“Ya el papeleo, ya la burocracia, ya la tontería se acabó. Porque no tenemos un cabo suelto ya, y es cuestión de nosotros ejecutar”, prosiguió.
En materia de reconstrucción, la prioridad son las residencias, puntualizó. Para hacerlo, cuenta con dos recursos: el sobrante de los $10 millones del fondo de emergencia que le asignaron a Guayanilla para demoliciones y la nueva partida de $20 millones del Programa CDBG-DR que será administrada por un consorcio en el que también participan los municipios de Ponce, Peñuelas, Yauco, Guánica y Lajas.
No obstante, antes tendrá que finalizar las demoliciones, lo que proyecta suceda en el primer trimestre del año entrante. “Esperamos entre enero y febrero terminar las demoliciones totalmente”, pronosticó.
El terremoto de magnitud 6.4 del 7 de enero de 2020 y los sismos que le sucedieron provocaron desde daños parciales hasta totales en alrededor de mil casas en Guayanilla. De esas, 53 llegaron a estar en la lista de demolición del programa municipal. Otras fueron derrumbadas por sus dueños con dinero propio o desembolsos de seguros.
De las 53 residencias inscritas en el programa municipal de demoliciones, ya se han derrumbado 22, según el alcalde. La tarea estuvo a cargo de brigadas municipales y la empresa Quality Contractor, a la que se le otorgó un contrato ascendente a $900 mil, agregó.
Las restantes 31 viviendas arrojaron positivo a asbesto y plomo, por lo que su demolición se ha retrasado.
“Eso ha sido una odisea”, planteó Rivera Rodríguez. “Se ha estancado la situación, porque se tuvieron que someter dos subastas para trabajar con la remoción de asbesto y plomo. A la primera, vino un solo proponente y no se pudo adjudicar. Se tiró una segunda subasta, llegamos a tener varios proponentes y se escogieron dos empresas, Homeca Recycling y Sunset Contractors & Recycling”, continuó el funcionario en entrevista con La Perla del Sur.
Homeca Recycling realiza las demoliciones parciales, mientras que Sunset Contractors & Recycling se encarga de las demoliciones totales.
“Este es un proceso bien difícil. (Participan) El que hace los estudios de asbesto y plomo, el que lo remueve, el que demuele, la disposición final, los de permisos y la compañía que supervisa todo eso. Por eso la complejidad de demoler. Es un andamiaje bien complicado”, detalló.
Tanta dilación, reconoció, lo ha frustrado.
“Pues es una frustración ver cómo nosotros en dos días tumbamos una casa en su totalidad, a lo máximo tres días, y tenemos que esperar un año, dos años, tres años para poder movernos a lo que se resume en tres días”, aseveró el alcalde, quien aun así resaltó la importancia de cumplir los protocolos para proteger el ambiente y la salud de la población.
Reconstrucción de viviendas
Por otra parte, Rivera Rodríguez anticipó que tendrá un sobrante de los $10 millones del fondo de emergencia que le asignaron para demoliciones y que son custodiados por el Departamento de la Vivienda.
Su propuesta es usar el remanente para ayudar a reconstruir viviendas cuyos dueños no han cualificado para ayudas federales.
“Aquí hay personas que perdieron su casa y no tienen título de propiedad, personas que sobrepasan los ingresos (establecidos en los programas de ayuda)”, observó.
Por lo tanto, anticipó que, ya que “son fondos de emergencia, no son fondos atados a nada federal”, le pedirá a Vivienda que le dé “la oportunidad de que yo pueda, en mi plan, identificar a estas personas y establecer yo las guías como municipio, de acuerdo a lo que hemos visto, para cualificarlas”.
A modo de ejemplo, estableció que el gobierno municipal ya ha ayudado a residentes a arreglar daños menores en sus casas, con una inversión de $200 mil de recursos propios.
“Le hemos asignado a más de 150 personas una partida para arreglar las casas que se afectaron parcialmente, entiéndase una grieta, un piso, un sellado de techo, zinc y madera”, precisó.
Sentimientos encontrados con nueva asignación
Como parte de la nueva asignación de fondos CDBG-DR, Guayanilla tendrá $20 millones para arreglar o reconstruir viviendas.
Los requisitos de este programa están contenidos en el Plan de Acción para la Recuperación en Respuesta a los Terremotos 2019-2020 y la tormenta tropical Isaías, el cual fue discutido en vistas públicas y está en proceso de revisión.
Aunque la ayuda es más que necesaria, Rivera Rodríguez sospecha que este programa podría ser más limitante que los anteriores, a juzgar por la información que ha recibido al momento,
“Estamos esperando unas guías de cualificación en cuanto a los ingresos de las personas. Eso es lo que a mí me tiene preocupado. Porque esto no es una asignación de FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias), sino de HUD (Departamento de Vivienda federal), a los municipios”, señaló.
“Yo pensaba que era más flexible, pero en la última reunión que tuvimos me dijeron ‘no sé si es más flexible o menos flexible que FEMA, yo creo que es más riguroso’. Si es más riguroso, pues estamos fritos, porque dilata”, manifestó.
El alcalde levantó bandera sobre el particular porque, a casi tres años de los sismos, los guayanillenses quieren ver por fin sus estructuras arregladas.
“A la gente no le interesan los millones que me dieron, a la gente no le interesa HUD ni Vivienda. A la gente lo que le interesa es que yo vaya a la casa y se pueda hacer su arreglo”, declaró.
A pesar de sus reservas con los requisitos del programa, el alcalde se mantiene optimista con la estructura que manejará el dinero. El consorcio está compuesto por él y sus colegas de Ponce, Peñuelas, Guánica, Yauco y Lajas.
“Mi esperanza es que el consorcio se mueva con agilidad y que trate de eliminar trámites burocráticos que adelanten el proceso de reconstrucción”, manifestó.
Otros proyectos
De otro lado, Rivera Rodríguez dijo que el municipio optó por crear sus propias brigadas de carpintería para realizar obras de rehabilitación en diversas estructuras, entre ellas, seis escuelas y el estadio Luis A. “Pegui” Mercado Toro.
“Ante la escasez de proponentes, creamos dos brigadas de carpintería y esos son los que están haciendo los proyectos. Eso acorta un montón de burocracia, subastas, elegibilidad, todo. Y hasta ahora no hemos tenido ningún señalamiento, sino que ha sido productivo”, destacó.
“Lo que nos sale en $10 mil con un contratista, con esto nos sale en $4 mil. Y estamos dando trabajo a personas de aquí, bien remunerados, porque son con los rates de FEMA, más le estamos comprando al comercio guayanillense”, agregó.
Rivera Rodríguez mencionó además que al presente se realizan reparaciones al Centro de Diagnóstico y Tratamiento, y se repavimentan carreteras en todos los barrios. Asimismo, que están en proceso de diseño las obras de varios puentes y de la pista atlética Lucas Sievens.