Las principales organizaciones que agrupan a empleados de la Universidad de Puerto Rico (UPR) impidieron en la mañana del lunes el acceso a las oficinas de Recursos Humanos, de la Presidencia y de la Junta de Gobierno de la institución.
La paralización de labores busca detener lo que entienden es el desmantelamiento del actual Sistema de Retiro de la UPR.
“Si bien hemos logrado detener todo intento que buscaba sacar a empleados activos y pensionados del Sistema de Retiro, la administración universitaria impulsa ahora, sin diálogo y sin consultas, poner a todo empleado nuevo en un plan de ahorros y cortarles el acceso para entrar al Sistema de Retiro”, denunció María del Mar Rosa Rodríguez, presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) en declaraciones escritas.
“Como ladrones en la noche, la Junta de Gobierno aprobó la Certificación 1 del 2023-2024, que crea este plan de ahorros, a escondidas, durante la última semana de julio, en la que se había decretado un receso de labores. La certificación establece que se aprueba este plan por previa recomendación del presidente de la UPR, Luis A. Ferrao. Por eso, decidimos paralizar hoy las labores en Recursos Humanos, en Presidencia y en la Junta de Gobierno para que se derogue la Certificación”, añadió Janell Santana Andino, presidenta de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND).
“Este plan de ahorros, lejos de brindarles seguridad a las personas empleadas en la UPR, hace que las pensiones estén a la merced de las fluctuaciones del mercado, mientras la administración de la UPR hace una aportación patronal mínima. Además, tiene el efecto de desalentar el que personal de alto calibre interese llegar y permanecer en la UPR”, sostuvo Waldemiro Vélez Cardona, miembro de la Junta de Retiro de la UPR.
“Las finanzas de la universidad no aguantan tener dos planes simultáneos. Cerrarles el Sistema de Retiro a los nuevos empleados llevará a que la aportación patronal al sistema actual aumente, por orden de los actuarios, para que pueda cumplir con sus obligaciones. Es decir, le sale más caro a la universidad este plan, y pudiera hacer insostenible el sistema universitario, no por culpa del retiro, sino por culpa de los recortes en presupuestos y de estas movidas ideológicas contra los derechos actuales de nuestros empleados”, finalizó Ana Iris Soto Quiñones, presidenta de la Asociación de Jubilados de la UPR.