Lee Zeldin Schwartz, el excongresista republicano y confeso negacionista del cambio climático a cargo de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por siglas en inglés), anunció que este año “liberará” a todas las centrales eléctricas de las normas federales que limitan las emisiones de dióxido de carbono -el principal gas de efecto invernadero- y eliminará restricciones recientemente impuestas para emisiones peligrosas de mercurio, arsénico y plomo.
Estas “regulaciones costosas, irrazonables y onerosas”, según Zeldin Schwartz, “resultan directamente en el cierre de las centrales eléctricas de carbón”.
“La nación necesita producir y quemar más carbón para satisfacer la creciente demanda de electricidad, extraer minerales críticos y exportar a nuestros aliados”, dijo el funcionario en conferencia de prensa este miércoles.
No obstante, Zeldin Schwartz nunca mencionó que la electricidad generada con este combustible fósil es la causante de la mitad de todas las emisiones de mercurio en los Estados Unidos y sus territorios, un tópico que ha investigado extensamente la propia EPA. Tampoco, que reconoció que la regulación vigente ha impedido que decenas de toneladas se liberen a la atmósfera.
Como advierte la Organización Mundial de la Salud, una vez en la atmósfera el mercurio se propaga y puede acumularse en alimentos como el pescado. Si se ingiere, puede causar graves daños neurológicos en fetos de mujeres embarazadas y quienes se exponen a este metal pesado corren mayor riesgo de sufrir enfermedades respiratorias y cardiopatías.
Además, junto al petróleo y el gas natural licuado (GNL), la generación eléctrica producida con carbón constituye la segunda mayor fuente de contaminación de gases que aceleran el calentamiento global en los Estados Unidos y territorios como Puerto Rico, reconoce la EPA en su portal oficial.
Millones de contradicciones
A favor de su plan, Zeldin Schwartz alegó que la eliminación de estas normas le ahorrará a los operadores de las carboneras y centrales eléctricas $1,200 millones al año y alrededor de $19 mil millones hasta el 2047.
Sin embargo, un estudio reciente preparado por su propia agencia concluyó que el desmantelamiento de los límites al dióxido de carbono podría costarle a la salud pública $130 mil millones durante el mismo lapso: una cifra astronómica que incluye las muertes prematuras, días de trabajo perdidos y costos de hospitalizaciones por enfermedades pulmonares y cardíacas causadas por la exposición a la contaminación de las centrales eléctricas.
“Esto no tiene ningún sentido. Absolutamente, ningún sentido”, sentenció Ruth Santiago Quiñones, la abogada especializada en Derecho Ambiental que durante la administración Biden fue la única puertorriqueña nombrada al Consejo Asesor de Justicia Ambiental de la Casa Blanca.
“La salud es lo primero y la eliminación de los límites de gases de calentamiento a las plantas de energía eléctrica como la carbonera AES va a redundar en más desastres, más muertes y más enfermedades”, puntualizó.
“Y esto no es necesario. Hay alternativas viables, especialmente en Puerto Rico, donde ya hay muchos estudios que demuestran el potencial de generar electricidad, más que suficiente, con sistemas solares ubicados en techos y sobre estacionamientos, con sistemas de baterías y programas de eficiencia energética”, agregó.
Los $130 mil millones en costos de salud pública, además, no incluyen el billonario impacto económico de sequías, inundaciones y otros fenómenos meteorológicos que en época reciente han abatido a los Estados Unidos y que, según científicos, se han agravado por el cambio climático.
Según trascendió este miércoles, la EPA ha concedido al público 45 días para comentar sobre estos planes. Aun así, se anticipa que los cambios serán oficiales al cierre de este año.
“Según trascendió este miércoles, la EPA ha concedido al público 45 días para comentar sobre estos planes. Aun así, se anticipa que los cambios serán oficiales al cierre de este año”.
O sea, que tal consecion por parte de EPA es “pro forma”, pero la imposición abusiva y disparatada está aprobada de antemano.
Todo el andamiaje es político y emana del despreciable, canalla y cobarde que ocupa la Casa Blanca estadounidense, con el único fin de enriquecer a los grandes intereses económicos antepuestos a la salud de los ciudadanos del mundo.
Procede que las agencias concernientes radiquen un Junction ante los tribunales, aunque ya sabemos que el tribunal es supremo de los Estados Unidos, está compuesto por una mayoría de honorables, charlatanes y cobardes.
Eso estaba previsto que pasaría y se pondrá peor. Deberían llevarle a la Fortaleza un camión de Cenizas de Carbón para que rieguen sus jardines ya que para los Trumpistas como JGo estas son inofensivas y no hacen daño.