Eliminar el impuesto a los derivados del petróleo, conocido como la “Crudita 2”, para darle un alivio económico a los consumidores es una acción “cuesta arriba”, según el secretario de Hacienda, Francisco Parés Alicea.
Esto, porque el dinero que se genera de ese impuesto va al Fondo General por mandato de leyes estatales. Además, al estar contemplado como un ingreso fijo, la Junta de Control Fiscal (JCF) exigiría que se buscara otra fuente de ingresos para compensar la pérdida, señaló el funcionario.
“Reducciones en carga contributiva en el contexto de (la ley federal) PROMESA es bien cuesta arriba por lo que dice el plan fiscal”, expuso el secretario en rueda de prensa.
Aunque reconoció que “ha habido reducciones que se han podido implementar” y que una cosa es que sea cuesta arriba y otra cosa es que nos rindamos”, Parés Alicea no precisó si pedirá formalmente la eliminación de la Crudita 2.
La necesidad de mantener este impuesto es tema de conversación desde ayer, luego de que el gobierno anunciara la privatización de los expresos PR-52, PR-66 y PR-20 a Metropistas por 40 años.
Esa transacción incluye un pago de $2,850 millones de Metropistas a la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), de los cuales se usarán $1,600 millones para saldar su deuda.
Debido a que la Crudita 2 se implementó para pagar la deuda de la ACT, han salido voces a exigir su eliminación. Una de esas personas es el alcalde de Juana Díaz, Ramón Hernández Torres.
“Si es así (el saldo de la deuda de la ACT con la privatización de las autopistas), entonces se hace innecesario mantener el llamado impuesto de la crudita”
“Si la deuda se salda, por qué razón los puertorriqueños tenemos que seguir pagando en la bomba de gasolina un impuesto para un propósito que ya no tiene justificación conforme a los objetivos de la ley que lo creó”, planteó el ejecutivo municipal, quien dijo que también llevará su reclamo a la Legislatura.