Dieciocho personas fueron acusadas por cargos de narcotráfico y lavado de dinero, informó hoy la Fiscalía Federal.
El líder de la organización fue identificado como José Julio Rodríguez Cumba, quien está preso en una cárcel federal.
Entre los acusados figura además el empresario y contratista Emiliano Feliciano Hernández, quien supuestamente usaba sus negocios para lavar dinero de la organización criminal. Se indicó que Feliciano Hernández tuvo contratos de mantenimiento y ornato con varios municipios y agencias estatales en Puerto Rico.
Los demás acusados son: Luis “La L” Crespo- Cumba (quien no ha sido arrestado), Bárbara Valentín Rivera, alias “Bárbara Paola”; Luis Roberto Alvarado Reyes, alias “El Viejo”; Ricardo López Ramos, alias “Ricky”; Héctor L. Derkes, alias “El Venezolano”; William J. Pantoja Nieves, alias “W”; Luis J. Hernández Cruz, alias “Tampa Pana”; Edwin Daniel González Reyes, alias “Cotto”; Fernando Cortés Flores, alias “La Bruja”; Luis Héctor Adames Nieves, alias “Monki”; Ángel Xavier Pérez Olivencia, alias “Chavy”; Niurka A. Rodríguez Cumba, alias “Adela”; Marta D. Cardona Cumba; Christian Prado; Luis Alberto Bourdon Román, alias “El Negro Capi Bueno”; y Edwin Candelaria Ramos.
Según las autoridades federales, Rodríguez Cumba dirigió -desde la cárcel- una organización de tráfico de drogas a gran escala que importó y distribuyó envíos de cocaína de varios cientos de kilogramos desde Sudamérica, a Puerto Rico y los Estados Unidos continentales.
La organización también recibió envíos de varios kilogramos de marihuana desde los Estados Unidos continentales para su distribución en todo Puerto Rico, establece la acusación.
El fiscal federal W. Stephen Muldrow señaló que Rodríguez Cumba lavaba dinero lavaba dinero con el argumento falso de que se había ganado la lotería.
“En total, en un lapso de ocho meses, se alega que José Julio Rodríguez Cumba ‘ganó’ la lotería siete veces por un total de $375,050”, sostuvo.
Como parte del esquema, “José Julio Rodríguez Cumba y sus coacusados abrieron cuentas bancarias personales y corporativas para administrar las finanzas tanto de sus negocios como de su operación de tráfico de drogas, estructuraron tanto depósitos como retiros de efectivo para evadir requisitos de reporte de transacciones financieras, hicieron transferencias de cuentas bancarias personales a cuentas corporativas y viceversa para disfrazar la fuente y naturaleza de los fondos, y usaron sistemas de pago móviles para transferir ingresos de persona a persona y evitar la detección de las autoridades”, detalló el fiscal.
De ser hallados culpables, enfrentan desde 10 años hasta vida en prisión.