Un gran jurado federal en el Distrito de Puerto Rico emitió ayer, jueves, una acusación contra Antonio Casillas Montero, también conocido como “Stone City Kennel”, de conspiración para violar la Ley de Bienestar Animal.
“Las peleas de perros por entretenimiento y ganancias son el negocio organizado y atroz de criar y acondicionar perros para que peleen entre sí hasta que un perro mate al otro”, dijo el fiscal federal W. Stephen Muldrow en comunicación escrita.
“Más allá del sufrimiento innecesario que inflige a los animales, cobra un precio en los refugios de animales locales, las organizaciones humanitarias y la gente en general. Este arresto pone fin a las décadas de participación del acusado en este negocio ilegal y, con suerte, disuadirá a otros que buscan lucrar al obligar a los animales a pelear hasta la muerte”, añadió.
Según documentos judiciales, Casillas y sus cómplices (incluido uno que ha estado viviendo en Florida) han operado durante más de 30 años en Puerto Rico y en otros lugares “Stone City Kennel”, que cría y pone a pelear a perros tipo pitbull en los Estados Unidos e internacionalmente. Supuestamente, Stone City Kennel ha participado en más de 150 peleas de perros en lugares que incluyen Puerto Rico, México, Ecuador, Perú, República Dominicana, Nueva Jersey y Nueva York.
En el 2020, Casillas explicó que Stone City es “yo [y] mi socio en Florida” y afirmó que él no “recoge” perros durante las peleas, lo que significa que no los retira.
De acuerdo con la Fiscalía Federal, Casillas entrenó perros en Puerto Rico para las peleas y les suministró esteroides como winstrol, metenolona y sustanon. Casillas también encadenaba perros tipo pitbull a ruedas para caminar o correr por millas.
Se dijo, además, que Casillas a veces enviaba a sus perros fuera de los Estados Unidos para que los acondicionaran para pelear. Algunos de esos destinos fueron St. Croix y Ecuador.
La República Dominicana fue escenario de varias peleas de perros, a donde viajó Casillas. Después de una pelea en Santo Domingo, explicó que su perro murió después de que “fue golpeado con un sangrado en la nariz que nunca paró”. Las peleas de perros podían durar más de una hora, se indicó.
El acusado vendió perros tipo pitbull para empresas de peleas de animales, incluida una “campeona” hembra (una perra que ganó alrededor de tres peleas) por, aproximadamente, $20,000 dólares. Se negociaron otras ventas de perros por precios que oscilaban entre $1,000 dólares y $10,000 dólares, con envió a los Estados Unidos continentales a través de un avión de carga por $200 dólares, además de los gastos veterinarios y de la perrera. Asimismo, Casillas alentó a los posibles compradores a volar a Puerto Rico para recoger los perros que tiene en su poder.
El 6 de octubre de 2022, cuatro perros tipo pitbull encadenados a estacas en el suelo cerca de barriles volcados fueron encontrados en una propiedad asociada con Casillas en Humacao.
Si es declarado culpable, Casillas enfrenta hasta cinco años de prisión.
“Obligar a los perros a pelear, en algunas ocasiones hasta la muerte, no solo es un delito federal, también es cruel y despreciable”, dijo la agente especial interina a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), Rebecca González Ramos. “HSI permanecerá alerta y apoyará a nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley para llevar ante la justicia a quienes cometen estos crímenes atroces”, agregó.