A punto de cumplirse tres años del más severo de los sismos del 2020, en Peñuelas no se ha demolido ni una de las 550 viviendas que se estima quedaron inhabitables, una anomalía que a juicio del alcalde Gregory Gonsález Souchet, debe atribuirse a la burocracia de la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe).
Según expuso, de esas 550 residencias ya se eligieron 80 para la primera fase de demoliciones. No obstante, aunque cuentan con el permiso de demolición, no tienen con el permiso de disposición de los escombros que resulten del proceso.
Esta autorización, afirmó el alcalde, la emite OGPe.
“No se ha logrado demoler ninguna”, sentenció a La Perla del Sur. “Apenas en Navidad comenzaron a salir algunos permisos para disponer de los escombros y ahí es que empiezan las compañías (a iniciar el proceso). Yo estimo que quizás para finales de enero comiencen las demoliciones”.
El ejecutivo municipal agregó que la agencia estatal no le ha dado razones para la tardanza. “Se han hecho las llamadas de seguimiento y siempre nos indican que están en evaluación. Y esta es una primera fase, imagínate si se hubiesen sometido todas las residencias”, comentó.
“Esa ha sido la parte más tediosa de todo esto: la burocracia en la permisología y en dar el visto bueno a que se puedan agilizar estos procesos”, continuó.
La empresa American Management fue contratada para gestionar los permisos y completar los trámites de rigor, mientras Caribe Tecno se encargará de demoler. Los contratos ascienden a medio millón de dólares, estimó Gonsález Souchet.
Sobre el impacto de esta lentitud, admitió que el mayor efecto es la frustración, sobre todo, entre los dueños de las viviendas.
“El estado de ánimo de los ciudadanos es de frustración y desesperación, porque las personas quieren retornar a sus hogares o tenerlos en óptimas condiciones. A veces han abandonado el proceso por lo tedioso que les resulta”, reveló. “Yo aprovecho para hacer un llamado a que se flexibilicen y agilicen estos procesos de recuperación”.
Optimismo con el consorcio
Por otra parte, Gonsález Souchet informó que a Peñuelas le asignaron $2 millones bajo el Programa CDBG-DR para la reparación y reconstrucción de casas, o la reubicación de damnificados. Los requisitos de este programa están contenidos en el Plan de Acción para la Recuperación en Respuesta a los Terremotos 2019-2020 y la Tormenta Tropical Isaías, el cual fue discutido en vistas públicas y está en proceso de revisión.
Para administrar el dinero, se creó un consorcio compuesto por los municipios de Peñuelas, Ponce, Yauco, Guánica y Lajas.
“Lo que se espera es que con los fondos de recuperación de ese programa se pueda asistir a los ciudadanos que no tengan los fondos suficientes para reubicarse o para reconstruir sus propiedades, o para realizar cualquier gestión relacionada a la obtención de títulos de propiedad”, señaló.
Asimismo, el alcalde peñolano coincidió con su homólogo de Guayanilla, Raúl Rivera Rodríguez, en que el tope de ingresos para cualificar para la ayuda quizás sea demasiado restrictivo. Sin embargo, se mostró optimista con la posibilidad de enmendar los requisitos.
“Este programa está compuesto por una junta de directores que somos los propios alcaldes, que conocemos las necesidades de los municipios y hemos tenido comunicación con el Departamento de la Vivienda federal (HUD, en inglés) directamente”.
“Eventualmente, de surgir la necesidad de hacer cualquier enmienda o cambio, tenemos la confianza de ir directamente a las agencias reguladoras”, aseguró.
Gonsález Souchet confirmó que los alcaldes solicitaron que, una vez cualificadas para el programa de demoliciones, a las personas también se les considerara recipientes de la ayuda económica para la reconstrucción de sus casas, pero no se aprobó.
“Se llegó a discutir con el director de HUD en Puerto Rico, pero como son programas distintos. Lo más prudente sería que se cualificara, pero así es la burocracia”, puntualizó.
Otros proyectos
Sobre otras iniciativas, el alcalde informó que ya salieron a subasta los proyectos de diseño de la Pista Atlética de Peñuelas y el muelle de Tallaboa Encarnación, mientras que ya se adjudicó la subasta para la construcción del parque de pelota del barrio Rucio.
Entretanto, una brigada municipal hará arreglos en la cancha bajo techo Betty Segarra y también se remozarán varios centros comunales.
En cuanto a las escuelas, resaltó que todavía no se han comenzado las obras de reconstrucción en el plantel superior Josefa Vélez Bauzá.
“El Departamento de Educación nos dijo que habían publicado las subastas y no habían llegado compañías. Lamentablemente, todavía se encuentra en proceso de subasta y no se ha movido ni una sola piedra”, añadió el alcalde, quien reconoció que este problema también lo ha experimentado el ayuntamiento ante la falta de proponentes.
La situación se empeora, ya que tampoco se han terminado los módulos que albergarían a estos alumnos.
“Se están trabajando los módulos, pero a tantos meses que se comenzó ese proceso (marzo de 2022) en una facilidad cedida por el municipio, todavía no se ha terminado la construcción. Se suponía que se terminaran para diciembre, pero entiendo que todavía podrían faltar algunos meses”, manifestó.
Similar a Guánica, donde se construye una segunda fase de módulos a un costo de $7 millones, en Peñuelas el costo es extraordinario.
“Lo que se había mencionado es que el proyecto de Peñuelas estaba cerca de los $13 millones. Levanta bandera por la cantidad extraordinaria de dinero que es, que todavía no se haya terminado y uno sabiendo que es algo provisonal”, planteó el alcalde.
Como resultado, los estudiantes continúan tomando clases en modalidad interlocking en la Escuela Adolfo Grana, así como de manera virtual, por lo que su horario no se ha estabilizado.
Entretanto, en la Escuela Jorge Pérez Valdivieso de Tallaboa Encarnación hay que demoler varios salones que representan un riesgo de seguridad, pero a tres años de los más severos sismos del 2020, todavía el gobierno central no ha intervenido.