El ejército ucraniano llevó a cabo el sábado “medidas de estabilización” cerca de la ciudad de Jersón, en el sur del país, tras el final de ocho meses de ocupación por parte de las tropas de Moscú, una retirada que plantea nuevas dudas sobre los planes del presidente ruso, Vladimir Putin, de tomar partes de Ucrania.
Los residentes en Jersón, la única capital provincial capturada por el ejército ruso desde el inicio de la invasión, se despertaron tras una noche de celebración en la ciudad y en sus alrededores luego de que el Kremlin anunció en la víspera la retirada de sus tropas al otro lado del río Dniéper.
En una actualización periódica en redes sociales, el Estado Mayor de las fuerzas armadas ucranianas, dijo el sábado que los rusos estaban fortificando sus líneas de batalla en la orilla oriental del río tras dejar la capital. Casi el 70 por ciento de la provincia de Jersón sigue en manos rusas.
Los funcionarios ucranianos, comenzando por el presidente, Volodymyr Zelenskyy, advirtieron que, aunque las unidades especiales del ejército habían entrado a Jersón, el despliegue completo para reforzar a las tropas de avanzada seguía en marcha. La agencia de inteligencia de Kiev dijo el viernes que creía que algunos soldados rusos se quedaron atrás y cambiaron el uniforme por ropa civil para evitar ser descubiertos.
“Aunque la ciudad no está aún completamente limpia de la presencia del enemigo, los propios habitantes de Jersón están retirando ya de las calles y los edificios los símbolos rusos y cualquier indicio de la estancia de los ocupantes en Jersón”, dijo Zelenskyy en su discurso nocturno el viernes.
El anuncio de Moscú de que sus tropas planeaban retirarse al otro lado del Dniéper, que divide Jersón y Ucrania, se produjo luego de que Kiev intensificó su contraofensiva en el sur.
La retirada rusa supuso un importante revés para el Kremlin unas seis semanas después de que Putin se anexionó Jersón y otras tres provincias del sur y del este en contra del derecho internacional y ante una condena generalizada. El líder ruso aseguró de forma inequívoca que las zonas reclamadas ilegalmente son territorio ruso.
Henichesk, una ciudad a unos 200 kilómetros al sur de Jersón, en el Mar de Azov, servirá de “capital temporal” tras el repliegue ruso, indicó la agencia noticiosa estatal rusa TASS el sábado citando a un miembro del gobierno designado por Moscú.