SEÚL – Corea del Norte disparó el viernes un misil balístico intercontinental que cayó cerca de aguas japonesas, en su segundo gran ensayo armamentístico este mes, que mostró su posible capacidad para lanzar ataques nucleares a cualquier punto del territorio continental de Estados Unidos.
Estados Unidos condenó rápidamente el ensayo y prometió tomar «todas las medidas necesarias» para garantizar la seguridad de su territorio continental y de sus aliados Corea del Sur y Japón. La vicepresidenta, Kamala Harris, se reunirá por separado con los líderes de los socios que asisten a un foro regional en Bangkok para discutir las últimas pruebas de Pyongyang.
«Condenamos enérgicamente estas acciones y volvemos a pedir a Corea del Norte que ponga fin a los actos ilegales y desestabilizadores. En nombre de Estados Unidos, reafirmo nuestro férreo compromiso con nuestras alianzas indopacíficas», dijo Harris al inicio de la reunión. «Juntos, los países representados aquí seguiremos instando a Corea del Norte a comprometerse con una diplomacia seria y continuada».
El Norte está inmersa en una intensa serie de pruebas armamentísticas con las que busca mejorar su arsenal nuclear y lograr mayores concesiones con una eventual diplomacia. Los lanzamientos coinciden con la oposición de China y Rusia a las medidas de Washington para endurecer las sanciones destinadas a frenar el programa nuclear de Pyongyang.
El Estado Mayor conjunto de Corea del Sur dijo que detectó el lanzamiento del misil balístico intercontinental (ICBM por sus siglas en inglés) desde la región en torno a la capital norcoreana alrededor de las 10:15 de la mañana y que el proyectil cruzó el país hacia la costa oriental. Japón indicó que el misil parecía haber volado con una trayectoria alta y cayó al oeste de Hokkaido.
Según las estimaciones surcoreanas y japonesas, el proyectil norcoreano recorrió entre entre 3,600 y 3,790 millas con una altura máxima de 620 millas.
El ministro japonés de Defensa, Yasukazu Hamada, dijo a reporteros que la altura sugiere que fue lanzado con un ángulo elevado. En función del peso de la ojiva situada en el proyectil, el arma podría tener un alcance superior a las 9,320 millas, «en cuyo caso pudo haber cubierto todo el territorio continental de Estados Unidos».
Tras haber sido informado del lanzamiento, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ordenó aumentar la cooperación en seguridad con Estados Unidos y Japón y pidió a los funcionarios que apliquen medidas de disuasión no especificadas que se habían acordado antes con Washington. Yoon los instó también a presionar para impulsar fuertes condenas y sanciones internacionales al Norte, dijo su oficina.
Corea del Norte ya había lanzado un ICBM el pasado 3 de noviembre, pero los expertos afirmaron que no pudo realizar el vuelo previsto y cayó al océano tras la fase de separación. Se cree que el proyectil empleado entonces fue el Hwasong-17. Pyongyang tiene otras dos armas de este tipo, el Hwasong-14 y el Hwasong-15, y las pruebas que realizó en 2017 mostraron que podrían llegar a parte del territorio nacional estadounidense.
El Hwasong-17 tiene más alcance potencial que sus predecesores y su enorme tamaño sugiere que está diseñado para llevar múltiples ojivas nucleares para derrotar a los sistemas de defensa antimisiles. Algunos expertos sostienen que el ensayo de principios de mes mostró ciertos avances tecnológicos en el desarrollo del arma, dado que en una prueba anterior en marzo, el misil explotó poco después de despegar.
Por el momento se desconocía si el Norte volvió a disparar un Hwasong-17 el viernes o si empleó otro proyectil.
En los últimos meses, Corea del Norte ha realizado decenas de pruebas de misiles de menor alcance que calificó como simulaciones de ataques nucleares contra objetivos surcoreanos y estadounidenses. Antes de probar otro proyectil de corto alcance el jueves, no realizó ensayos durante cerca de una semana.