La fragilidad financiera de los consumidores en Puerto Rico se mantuvo en un rango moderado durante la primera mitad de 2025, según el Índice de Fragilidad Financiera elaborado por Estudios Técnicos, Inc.
El indicador reflejó un nivel de 0.33 en el primer trimestre y 0.38 en el segundo, mejor que el promedio de 2024, cuando alcanzó 0.52 y se clasificaba como fragilidad alta.
“En el primer trimestre del 2025 el índice de fragilidad financiera se situó en 0.33, aumentando levemente a 0.38 en el segundo trimestre. A pesar de este repunte, el índice muestra una mejoría significativa frente al promedio de 2024”, explicó Leslie Adames, director de la División de Análisis y Política Económica de Estudios Técnicos.
El índice mide la vulnerabilidad de los consumidores en base a la tasa de desempleo, las quiebras personales, el ingreso anual del sector privado y la morosidad en préstamos de consumo e hipotecas.
Adames detalló que la mejoría respondió a la baja tasa de desempleo, que se mantuvo en 5.4% en el primer trimestre, menos quiebras y una reducción en la morosidad. Sin embargo, en el segundo trimestre aumentaron las quiebras personales y la tasa de delincuencia en préstamos de consumo, aunque el alza fue compensada por la estabilidad laboral y el crecimiento del salario real.
De cara a los próximos meses, el economista advirtió que la trayectoria de la inflación será determinante. “El impacto de los nuevos aranceles podría comenzar a sentirse en el segundo semestre de 2025, una vez las empresas trasladen los costos a los precios finales”, indicó.
Asimismo, mencionó que una posible reducción en la tasa de referencia de la Reserva Federal podría aliviar los préstamos de consumo, aunque persisten riesgos asociados al endeudamiento de los hogares y a la falta de liquidez. “Los cambios en las tasas del Tesoro pueden limitar el alivio en las hipotecas y aumentar las presiones sobre el ingreso disponible”, concluyó.





















































