Organizaciones comunitarias y ambientales del país anunciaron que se opondrán firmemente a cualquier intento de reactivar proyectos de gasoductos en la isla, tras declaraciones del zar de energía de Puerto Rico, Josué Colón Pérez, sobre la posible reanudación de estas iniciativas. Advierten que tal infraestructura pondría en riesgo la vida y seguridad de las comunidades.
Manolo Díaz Pérez, líder comunitario de Peñuelas y colaborador de Casa Tallaboeña de Formación Comunitaria y Resiliencia, calificó la propuesta como una “declaración de guerra”. Recordó cómo hace casi dos décadas lograron detener el Gasoducto del Sur, conocido como “el Tubo de la Muerte”, impulsado entonces por el Partido Popular Democrático (PPD).
“Comenzaron a construir la tubería en Peñuelas y fue un desastre ecológico lo que causaron. Tras una intensa lucha marcada por arrestos, persecución y un amplio rechazo ciudadano, logramos detener esa amenaza. Si hay que hacerlo de nuevo, lo haremos”, aseguró Díaz Pérez.
El Gasoducto del Sur, de 42.4 millas, atravesaría Guayanilla, Peñuelas, Ponce, Juana Díaz y Santa Isabel, llevando gas desde la planta de Costa Sur hasta el Complejo Termoeléctrico de Aguirre. Díaz mencionó que la oposición fue tan grande que se establecieron cinco campamentos de desobediencia civil a lo largo de la ruta, lo que llevó al gobierno de Luis Fortuño Burset a desistir de ese tramo.
Por su parte, Juan Camacho Moreno, portavoz de Toabajeños en Defensa del Ambiente, rememoró la derrota del proyecto de la Vía Verde, que también consideraban un “proyecto ambiguo y corrupto”. «Pretendían construir un gasoducto millonario que no tenía la capacidad de regasificar gas para trasladarlo desde Guayanilla hasta Cambalache, Palo Seco y San Juan. Era un grave riesgo para los cuerpos de agua, ya que el tubo atravesaba múltiples ríos y quebradas», aseveró Camacho Moreno. Resaltó que la razón fundamental de la oposición fue el peligro que representaría para miles de personas en caso de ruptura, explosión, terremoto o deslizamiento.
Camacho también cuestionó la aparente contradicción de Colón, quien ahora considera riesgoso transportar gas en camiones, a pesar de que previamente se aseguró la seguridad del movimiento de gas natural desde el muelle de New Fortress hasta Palo Seco.
Víctor Alvarado Guzmán, portavoz del Comité Diálogo Ambiental de Salinas, criticó la narrativa oficial que minimiza los peligros de los gasoductos y los intentos de censurar el uso del término “Tubo de la Muerte”. «Es sumamente peligroso que Josué Colón pretenda silenciar la oposición. ¿Acaso no creen en la libertad de expresión? ¿Nos llevará a los tribunales porque a él no le guste como le llamamos a sus peligrosos proyectos?», expresó Alvarado Guzmán. También tildó de “demagogia” la comparación de Colón entre tanques domésticos de gas y un gasoducto de 20 pulgadas.
Finalmente, Hernaliz Vázquez Torres, directora del Sierra Club en Puerto Rico, calificó de inaceptable que el gobierno insista en revivir proyectos “peligrosos y obsoletos”. “Depender del gas no solo es frágil e insostenible, es peligroso. El gobierno lo admite cuando alerta sobre los riesgos del transporte por carretera, pero en vez de replantear su política energética, la profundiza”, manifestó Vázquez Torres.
Vázquez Torres propuso como soluciones la generación solar distribuida, el acceso comunitario a sistemas de almacenamiento, la inversión pública en infraestructura eco-resiliente y la eliminación progresiva de combustibles fósiles. “Para hacerlas realidad necesitamos voluntad política, no gasoductos. Necesitamos compromiso con la vida, no con contratos de empresas que operan bajo un modelo extractivista”, concluyó.


















































Excelente, no podemos bajar la guardia, menos ahora que La Mentirosa es quien dirige el gobierno.
¿Qué otra solución, si alguna, ofrecen estos grupos, para sustituir el gasoducto?