Antes de que suene la campana del retorno a clases, es crucial que cada madre y padre se asegure que el menor se encuentre en óptimas condiciones de salud y listo para superar cualquier obstáculo que interfiera en su desempeño académico.
Por ello, pruebas de visión, audición y crecimiento, examen físico, laboratorios, vacunas y la evaluación de posibles conductas de riesgo en adolescentes deben ser realizadas previo al inicio del año escolar.
Cómo resalta la pediatra Nydia Judith López, solo esta evaluación puede marcar una notable diferencia en el rendimiento y bienestar escolar de cada estudiante.
“Para lograrlo, hacemos un historial, verificamos las vacunas para saber si están al día, verificamos factores de riesgo familiares y le hacemos un examen físico completo en donde los medimos, pesamos y calculamos el índice de masa corporal para saber si están sobrepeso o tiene obesidad”, explicó.
“También hacemos evaluaciones de laboratorios para ver sus niveles de hemoglobina, pruebas de visión y de audición. Así que, básicamente, comenzamos desde antes a hacer esas evaluaciones. A partir de los tres años, los vemos anualmente para saber cómo está creciendo el paciente”, sostuvo.
Igualmente, destacó la importancia de la evaluación en adolescentes, la cual abarca un cuestionario para medir posibles factores de riesgo, como el uso de tabaco, consumo de sustancias controladas, ingesta de bebidas alcohólicas, actividad sexual o condiciones de salud mental.
De otra parte, la especialista alertó del incremento en contagios que se registra, mayormente, al inicio del año escolar, especialmente, en infecciones respiratorias.
“Las vacunas son por grupos de edades y antes de los cuatro años se acaba la primera batería de vacunación en general. La vacuna contra la influenza se debe administrar anualmente, igual que de Covid. Los pacientes que están en riesgo de alguna condición invasiva necesitarían alguna otra vacuna específica”, mencionó.
“Cuando llegue a los 9 u 11 años, estamos listos para recibir la segunda batería de vacunación que incluye HPV o virus del papiloma humano. Esta vacuna es para la prevención de cáncer cervical o genital”, aclaró.
En cuanto al peso de la mochila, estimó que debe contener “menos del 10 al 15 por ciento del peso del paciente”.
Asimismo, habló de la nutrición pues, “un niño que come bien aprende mejor”.
“Debe incluir las tres comidas y sus meriendas saludables. También debe incluir todos los grupos de alimentos: de tres a cinco porciones de frutas y vegetales, ingesta de agua, no recomendamos soda ni bebidas energizantes y el jugo debe ser limitado”, subrayó.
Finalmente, recordó la importancia de la cantidad y calidad del sueño. Para esto es necesario establecer una rutina que debe iniciar, al menos, una semana antes del comienzo de clases.
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