Muchas cosas han cambiado en solo ocho años.
Desde el 2016 al presente, tres huracanes han impactado directamente a Puerto Rico, una secuencia sísmica destruyó miles de estructuras en el suroeste, la pandemia de Covid-19 hizo estragos en la calidad de vida y la economía del país, la población sacó del cargo por primera vez en la historia a un gobernador, decenas de políticos han sido convictos por corrupción, la Junta de Control Fiscal ha implementado políticas de austeridad y los apagones son la orden del día luego de la privatización del sistema eléctrico.
Y cuando se mira alrededor, parece que los desastres naturales fueron ayer, porque la reconstrucción pisa y no arranca.
Con ese cuadro de precariedad, cinco partidos políticos se asoman a las elecciones generales de este año. La única y marcada diferencia respecto a cualquier proceso anterior de la historia contemporánea, es que dos de ellos llegan hermanados a los comicios.
El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), cuyos candidatos a la gobernación obtuvieron, en conjunto, el 28 por ciento de los votos en el 2020, conforman la Alianza de País. Y las encuestas dicen que tienen posibilidades de triunfo.
Para la senadora independentista María de Lourdes Santiago Negrón, quien corrió para la gobernación por el PIP en el 2016, este acuerdo electoral y su aparente apoyo de parte de la ciudadanía solo ha sido posible por el estado de precariedad de un país que está al borde del colapso.
¿Qué diferencia ve entre el panorama electoral actual y el que usted enfrentó en el 2016?
“Creo que hacía falta el transcurso de estos ocho años para que gente que antes, jamás, jamás, se hubiera planteado votar por un candidato del Partido Independentista, experimentara las consecuencias del deterioro del país”, respondió la legisladora, quien buscará ser reelecta a un cuarto término al Senado por acumulación el próximo 5 de noviembre.
Santiago Negrón lo resumió así: “Hace ocho años esto no se sentía de esta manera”.
“Hace ocho años no estaba LUMA, hace ocho años no se había ido tanta gente, hace ocho años las escuelas, la universidad y el sistema de salud no habían enfrentado el desamparo del que han sido víctimas y del que, por lo tanto, ha sido víctima la inmensa mayoría de la gente en este país. Han sido ocho años bien duros”, resaltó.
“El huracán en el 2017, los terremotos y la pandemia son cosas que han dejado heridas muy profundas en el país y que han puesto en evidencia, más que nunca, la incapacidad del Estado de responder a lo que la gente necesita”, continuó.

La senadora se apresuró a añadir que esa incapacidad ha sido “del Estado local y del gobierno de los Estados Unidos, que creo que es uno de los grandes resentimientos del país durante el periodo posterior al huracán (María)”. “¡Si a estas alturas no nos hemos recuperado!”, exclamó.
Como candidata a gobernadora por el PIP en el 2016, Santiago Negrón obtuvo el 2.13 por ciento de los votos. Cuatro años antes, Juan Dalmau Ramírez había conseguido el 2.52 por ciento.
Sin embargo, en los pasados comicios, Dalmau Ramírez obtuvo el 13.58 por ciento de los votos, mientras Alexandra Lúgaro, del MVC, acumuló el 13.95 por ciento.
La Alianza de País se concibió el año pasado, no con ambos a la cabeza, sino con Dalmau Ramírez como candidato de consenso de ambas colectividades. Al momento, el independentista parece contar con el apoyo de un sector de la juventud que en las redes sociales llamar a votar “por un cambio”, así como de personalidades de la música, el arte y el entretenimiento. El artista urbano Bad Bunny no lo ha respaldado explícitamente, pero lleva una campaña directa contra el Partido Nuevo Progresista (PNP) y el Partido Popular Democrático (PPD).

“Esta dilación, este letargo, que parece que el 20 de septiembre de 2017 (día del azote del huracán María) fue la semana pasada, creo que ha cargado tanto emocionalmente a la gente que les permite plantearse hoy unas cosas que no estaban presentes en el 2016”, opinó Santiago Negrón.
Además de los desastres naturales, a su juicio, la renuncia de Rosselló Nevares fue clave en la transformación electoral del país.
“La experiencia de movilización que yo había tenido antes era Vieques, cuando tuvimos aquella marcha y dijimos “¡qué mucha gente, no cabemos en el expreso!”. Pero vino el verano de 2019, algo sin precedentes en el país, que yo no creo que sea atribuible únicamente al chat, infame como era, ofensivo como era. Creo que ahí se encausaron muchos descontentos, muchos desapegos del país y la gente vio que es posible activarse y cambiar la política”, expuso.
“En ese momento, ese sentido de posibilidad, mucha gente, sobre todo la generación que no vivió Vieques, no lo conocía y lo vio en el verano del 2019. Y creo que es el conjunto de todos esos elementos lo que permite que desemboquemos en la situación tan auspiciosa que estamos viendo ahora en el 2024”, aseveró.

Es por ello que, aunque Santiago Negrón reconoce que Dalmau Ramírez es una figura “insustituible” y que sin él este respaldo a la Alianza no sería de tal magnitud, el electorado ya estaba preparado para plantearse votar por una opción diferente al PPD y al PNP.
“Lo que estamos viendo, no solamente a través de la Alianza, sino de la intención de voto, es una nueva alineación de las prioridades políticas de la gente. Entonces, aunque Juan es una figura centralísima en esto y (Manuel) Natal es una figura centralísima (como candidato a alcalde de la Alianza) en San Juan, yo creo que lo que se está viendo va más allá de lo que representan ellos dos”, señaló.
“La gente está diciendo ‘caramba, ¿por qué voy a seguir votando por gente que no representa las cosas en las que yo creo, simplemente porque soy estadista o estadolibrista?’. Y esa es una realineación política fundamental para el país”, afirmó la legisladora.

Cómo se concibió la Alianza
Si bien es cierto que los primeros acuerdos de la Alianza se anunciaron en el 2023, durante el cuatrienio estos partidos tuvieron muchas coincidencias legislativas.
Santiago Negrón compartió labores de fiscalización con los senadores del MVC, Ana Irma Rivera Lassén y Rafael Bernabe Riefkohl, y cataloga ese trabajo como la base sobre la que crearon el acuerdo.
“La Alianza en su funcionalidad comenzó a darse durante el cuatrienio, porque Ana Irma, Bernabe y nosotros en mi oficina colaboramos muchísimo. Somos coautores y coautoras de muchísimas medidas, hubo muchas vistas públicas en que hicimos ese trabajo de confrontación, de fiscalización, de manera conjunta. Lo mismo el debate en el hemiciclo”, indicó.
“Para mí, que siempre había estado muy sola en esos temas difíciles, pues este cuatrienio contar con ese apoyo fue muy importante”.
¿Usted tomó parte activa en las conversaciones para concebir la Alianza?
“De las conversaciones al interior del partido. Representándonos en el comité de diálogo (con MVC), estaban Adrián González y Fernando Martín”, contestó.
“Y fue un trabajo muy generoso. La gente pensaba, y lo decían, esto no va para ningún lado porque Manuel Natal y Juan Dalmau no van a poder ponerse de acuerdo, porque el PIP no va a ceder ningún espacio y Victoria Ciudadana va a tener gente que no es independentista. Mucha gente apostaba a la imposibilidad de esa alianza y se dio con una enorme dosis de generosidad, de buena fe, de audacia”, estipuló.
Con el tiempo, no solo se lograron acuerdos para candidaturas de consenso para la gobernación, la comisaría residente de Puerto Rico en Washington D.C. y la alcaldía de San Juan, sino para la totalidad de los distritos senatoriales, la mayoría de los distritos representativos y una decena de municipios.
“Es algo sin precedentes en la historia reciente del país, sobre todo considerando que los vehículos que hubieran sido más aptos, como las candidaturas coaligadas, no se pudieron utilizar. Y esa batalla la dimos juntos también”, observó.
Como vicepresidenta del PIP, ¿usted tuvo alguna petición para el acuerdo?
“Yo creo que era importante que existiera paridad, que fuera una distribución equitativa (de candidaturas), pero esa también era la intención de Victoria Ciudadana. O sea, no fueron puntos de confrontación. Creo que había un interés mutuo en que las cosas fueran como han resultado ser. Y de verdad fue un ejercicio de confianza en el proceso y lo sigue siendo”, señaló.
Gobernar con la JCF
No importa quién resulte electo en los comicios del próximo mes, tendrá que gobernar con la JCF, que además de fiscalizar las proyecciones de gastos y recaudos se ha tomado otras prerrogativas y ha detenido legislación estatal.
¿Cómo la Alianza trataría a la JCF y cómo podría implementar sus propuestas de gobierno con su intervención?
“Para comenzar, creo que está requete probado que gobiernos populares y penepés no van a producir los presupuestos balanceados que (la ley federal) PROMESA exige para que llegue el fin de la Junta. No va a pasar, no ha pasado. Esa capacidad de administración sabia no la va a tener el PNP ni el PPD, como no la han tenido hasta ahora. Y en ese sentido, un gobierno de la Alianza es la única oportunidad que tenemos para el restablecimiento de las finanzas del país. No va a pasar en este momento con otra persona que no sea Juan Dalmau en la gobernación”, planteó Santiago Negrón.
De otro lado, la senadora, que durante la campaña del 2016 popularizó la frase “a la Junta ni un vaso de agua”, anticipó que “habrá asuntos en los que tendrá que haber confrontación con la Junta de Control Fiscal”.
“Creo que la Junta tiene una visión tremendamente miope de lo que son los efectos de las medidas que está tomando. Y no solamente la Junta. El gobierno federal que tiene presencia en varias agencias en Puerto Rico. Y creo que hay que confrontar a la Junta con su propia incapacidad de cumplir con las partes de su cometido en las que se ha involucrado hasta ahora. Porque la revisión del presupuesto es solo una de las funciones de la Junta. Está todo el Capítulo X de desarrollo económico, que para allá ni han mirado”, manifestó.
Igualmente, adelantó que habrá que presentarse al Congreso, que a fin de cuentas tiene la última palabra sobre el territorio.
“Entonces, creo que no únicamente con la Junta como entidad, aquí hay un reclamo que se tiene que hacer al Congreso de los Estados Unidos de que este sistema de vigilancia a lo único que ha llevado es a más pobreza, a lo único que ha llevado es a más desamparo, a mayor exilio. No ha producido la austeridad (gubernamental) que se pensaba porque vemos los sueldos escandalosos. Eso no lo detiene la Junta”, sentenció Santiago Negrón.






















































