Debido al alto costo de la tarifa eléctrica y deficiencias crónicas en el servicio, Puerto Rico ha perdido cerca de mil millones de dólares en proyectos de inversión de compañías que decidieron no establecerse en la isla, afirmó este miércoles la vicepresidenta de la Asociación de Industriales, Karen Mojica Franceschi.
“No es que han aguantado inversión, es que han decido que no, que no se van a meter aquí”, puntualizó la ejecutiva en vista pública de la Comisión de Gobierno de la Cámara de Representantes.
Según abundó, se trata de “por lo menos diez empresas de manufactura grandes” que durante los pasados cinco años han declinado ampliar operaciones o establecerse en Puerto Rico, lo que ha puesto freno a “más de mil millones de dólares (de inversión) entre la construcción de las plantas y todo lo que conlleva, además de la creación de alrededor de 80 empleos por cada planta”.
“El costo de energía es un disuasivo y tras que tienes el costo, no es eficiente, no es constante y no es consistente, así que tus equipos están en riesgo, tus líneas de producción también”, continuó la deponente.
Esta combinación de factores, agregó, desincentiva que empresas farmacéuticas -decididas al reshoring para mantener ganancias y no asumir la escalada de aranceles aprobados por la administración de Donald Trump- planten bandera en Puerto Rico.
Asimismo, expuso que aunque la isla es la jurisdicción líder dentro de los Estados Unidos y sus territorios para la manufactura de productos farmacéuticos, la inconsistencia en el servicio energético obliga que plantas manufactureras financien e instalen generadores, placas solares y baterías de almacenamiento para asegurar que no haya fluctuaciones en el voltaje.
“La inversión que hay que hacer para tener una planta en Puerto Rico es mucho más alta que la que hay que hacer afuera, porque los sistemas de redundancia son parte integral de la consideración para establecerse aquí” aseguró Mojica Franceschi.
“Los mismos tienen que ser dobles y a veces triple, porque sabes que la luz va a fallar”, sentenció.
“La situación energética de Puerto Rico requiere atención urgente y una acción legislativa decidida”, agregó Mojica Franceschi, por lo que recomendó una revisión y fiscalización del modelo de energético para promover mayor eficiencia, transparencia y rendición de cuentas.
También reclamó que se instituyan “incentivos concretos para la generación distribuida, particularmente en el sector industrial, y la creación de un fondo de estabilización tarifaria que amortigüe las variaciones en los precios de la electricidad mientras se estabiliza el sistema energético.
Este último debe permitir la compra de excedentes de energía entre empresas, “promoviendo la autosuficiencia y sostenibilidad”.
Asimismo, recalcó que es necesario que se termine de dilucidar la quiebra de la Autoridad de Energía Eléctrica para mejorar el sistema y evitar la incertidumbre fiscal.













































