Crowley Maritime, la empresa naviera con más años en Puerto Rico, ha adquirido un tanquero de 900 pies de eslora que empleará para traer a la isla millonarios cargamentos gas metano, aseguraron a La Perla del Sur varias fuentes.
Construido en el astillero Chantiers de l’Atlantique en Francia en 1994, el Puteri Intan será además el primer buque cisterna de fabricación extranjera que se incorporará a la flota estadounidense para transportar gas natural licuado (GNL) entre Estados Unidos y la isla, mediante una excepción en la Ley Jones adoptada por el Congreso en el año 1996.
Esta ley federal, también conocida como Merchant Marine Act, exige desde el año 1920 que cualquier embarcación que transporte carga entre dos puntos de los Estados Unidos sea de construcción estadounidense, al igual que operada por compañías y tripulación nacional.
Sin embargo, la enmienda aprobada por el Congreso en el 1996 autoriza que buques metaneros construidos en otros países antes de ese año puedan despachar gas desde puertos estadounidenses a Puerto Rico, si son registrados y certificados con bandera estadounidense.
Hasta febrero del pasado año, la flota mundial de metaneros contaba con 701 buques activos y ninguno cumplía con esos requisitos.
Según las bases de datos de Herlderline y Equasis, el tanquero Puteri Intan cuenta con capacidad para 130 mil metros cúbicos de GNL y perteneció a Malaysia International Shipping Corporation, una filial del conglomerado petrolero nacional de Malasia, Petronas.
El 3 de diciembre de 2024 pasó al registro de Crowley LNG Tanker, una división de Crowley Maritime, entidad que aparenta haber rebautizado la embarcación con el nombre de American Energy, según ya figura en registros de Marine Traffic. Esta base de datos también describe que el barco llegó al puerto de Sabine Pass, entre los estados de Texas y Luisiana, el pasado 30 de enero.
Debido a su ubicación, conexiones a gasoductos y capacidad de almacenamiento, Sabine Pass es el terminal de exportación de GNL más grande de los Estados Unidos.
Desde mayo de 2022 hasta el presente, Crowley ha operado en la zona industrial de Peñuelas un terminal de carga y distribución de GNL, que mediante tanques de 10 mil galones transporta por carreteras de la isla en forma líquida a clientes comerciales e industriales.
Hasta la fecha su suplidor de GNL ha sido la española Naturgy Energy, empresa que lo ha traído desde puertos en Trinidad y Tobago, Brasil, Nigeria, Omán, Francia, Bélgica y España, tras importar la materia prima de países tan distantes como Rusia y Ucrania.

Naturgy también suple el gas metano a EcoEléctrica y a la Central Costa Sur, mediante buques metaneros que atracan en el Peñuelas LNG Terminal.
Aunque La Perla del Sur solicitó una reacción oficial de la firma a través de uno de sus enlaces en Puerto Rico, el presidente y director ejecutivo de Crowley, Tom Crowley, declinó emitir comentarios.
No obstante, más de una fuente planteó la posibilidad de que la inversión de Crowley en el Puteri Intan, ahora renombrado American Energy, va dirigida a sustituir la materia prima que Naturgy les provee. En este caso, para importar gas metano que se produce en los Estados Unidos, a un costo más competitivo.
Eso y más
Esta teoría figuró entre las mencionadas por la abogada ambiental y estudiosa de temas energéticos, Ruth Santiago Quiñones, quien en entrevista con La Perla del Sur mencionó otras potenciales causas para el giro de la empresa.
“Ya sabemos por informes de prensa (El Nuevo Día) que la nueva directora de la Autoridad de Energía Eléctrica está hablando de una nueva planta de gas en el sur, específicamente, en Aguirre (Guayama) o Costa Sur (Peñuelas-Guayanilla), y eso podría ser algo que se está trabajando”.
“Por lo tanto, no necesariamente el único interés de Crowley sea el de invertir en ese tanquero para suplir el mercado actual o a sus clientes actuales”, opinó. “Puede ser que ya haya conversaciones para esa nueva central eléctrica y que Crowley sea el suplidor del gas”.
Esta central eléctrica sería adicional a la que ya se propone construir en San Juan y que el exgobernador Pedro Pierluisi anunció semanas atrás junto a ejecutivos de Energiza, un consorcio integrado por Tropigas de Puerto Rico y las industrias japonesas con base en los Estados Unidos, Mitsubishi Power Américas y NAES Corporation.
Santiago Quiñones también teorizó que los cargamentos que traiga a la isla el metanero de Crowley podrían destinarse para las llamadas “unidades pico, que son las plantas más pequeñas que se utilizan para complementar el suministro de energía, cuando las plantas base no están en funcionamiento”.
“Estas unidades podrían beneficiarse del gas que Crowley traiga a la isla”, continuó.
“Pero, sea como sea, lo cierto es que este esfuerzo de Crowley y los de New Fortress Energy lo que pretenden es bombardear a Puerto Rico con gas metano. Nos quieren bombardear con gas”, opinó.