Los nuevos aranceles anunciados por Estados Unidos podrían provocar un repunte en la inflación en Puerto Rico y un aumento considerable en el precio de los automóviles, según un informe revelado este jueves por Estudios Técnicos, Inc. (ETI).
El 2 de abril, el presidente Donald Trump impuso aranceles recíprocos a varios socios comerciales, con tarifas que van desde un 10 por ciento a un 46 por ciento según el país. Entre las naciones más afectadas están China (34%), Vietnam (46%), la Unión Europea (20%) y Taiwán (32%). Además, se anunció un arancel del 25% sobre automóviles fabricados en el extranjero.
Según ETI, ese impuesto adicional sobre vehículos impactará directamente a los consumidores en la isla. Se estima que los precios de automóviles y camionetas podrían aumentar en miles de dólares por unidad, dependiendo del origen de los componentes.
En Puerto Rico, donde gran parte de los productos importados provienen de Estados Unidos, el efecto ya se siente debido a los aranceles pasados a bienes intermedios desde países como México, Canadá y China. El informe de ETI advierte que los nuevos aranceles añadirán presión a los precios de importación, aumentando el riesgo inflacionario tras dos años de moderación.
Además, los alimentos importados también podrían subir de precio. Actualmente, el 41 por ciento de los productos agrícolas que llegan a la isla provienen directamente del extranjero y otro porcentaje llega vía Estados Unidos.
Los productos farmacéuticos y energéticos como el petróleo y el gas fueron exentos, lo que representa un alivio temporal para Puerto Rico. No obstante, ETI prevé que la industria farmacéutica podría verse afectada si la administración decide aplicar aranceles a estos productos más adelante.
Una medida adicional bajo evaluación por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos contempla imponer tarifas de hasta $1.5 millones por tonelada a barcos construidos en China que atraquen en puertos estadounidenses, incluyendo San Juan. De concretarse, esto elevaría los costos de transporte marítimo, con consecuencias para los precios de consumo.
A pesar de que las medidas podrían ajustarse durante negociaciones futuras, analistas advierten que las tensiones comerciales prolongadas podrían debilitar la confianza del consumidor y limitar el crecimiento del comercio global.
Los aranceles forman parte de una estrategia de Trump para reducir el déficit comercial, generar ingresos fiscales, fortalecer la manufactura estadounidense y negociar mejores condiciones de seguridad nacional, reveló el informe.
