La Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) denunció que el presidente de la institución, Luis A. Ferrao, ha dejado un legado de desestabilización general, con negociaciones laborales en un punto de inflexión patronal y la eliminación de programas académicos a través de todo el sistema universitario.
Estas acciones, según explicó, impactarán mayormente a las unidades más pequeñas, que ya enfrentan amenazas de cierre con el plan de servicios compartidos.
La fuerza laboral de la UPR no ha recibido un aumento salarial en casi dos décadas, y muchos empleados aún ganan solo $9.50 la hora, muy por debajo del salario mínimo de $10.50 establecido por la ley y otorgado en la mayoría de las agencias gubernamentales.
“Su justificación para eliminar sobre 60 programas académicos se fundamenta en mentiras y objetivos destructivos”, denunció por su parte Jorge Rodríguez Echegaray, representante de la HEEND en el Recinto de Río Piedras.
“El Instituto de Relaciones del Trabajo, uno de los programas marcados para su eliminación, reflexiona, investiga y nos descifra los cambios laborales, sociales y económicos del país”, dijo Rodríguez Echegaray.
“Esos cambios determinan cómo, cuándo y dónde trabajaremos y como se deben atender las relaciones obrero patronales. Su eliminación representa un retroceso para toda la clase trabajadora puertorriqueña”, sostuvo.
El presidente de la Hermandad, Carlos J. De León, advirtió que la eliminación de programas académicos, tal y como lo propone Ferrao, podría tener un impacto devastador para todos los recintos, afectando a los estudiantes, a la clase trabajadora y a las regiones del país a la que sirven cada uno ellos.
“La falta de fondos y la precarización de las condiciones laborales y de infraestructura, han debilitado a la institución. Esto ha provocado que muchos empleados se vean forzados a buscar mejores oportunidades laborales fuera de la UPR y que nuestros estudiantes opten por otras instituciones, o lo que es peor, dejen de estudiar para sobrevivir”, sentenció.
“La orden del presidente Ferrao levanta más cuestionamientos que respuestas”, dijo por su parte Lorraine Mejías, vicepresidenta del gremio universitario. “¿Cómo responde este seriado al proyecto senatorial de admisión directa a la Universidad? ¿A cuáles intereses económicos responden estas acciones? ¿Cómo encaja en los planes estratégicos y fiscales de la institución?”, preguntó la líder sindical. “Una cosa queda clara. No sirven a la comunidad universitaria ni al país.”
La comunidad universitaria hace un llamado urgente a todos los sectores internos y externos para discutir estos asuntos, para exigir respuestas claras y un compromiso real del gobierno con la financiación adecuada del sistema de educación superior.
“Una universidad pública, fuerte y accesible, es esencial para el futuro de Puerto Rico. Es urgente que se tomen medidas para proteger y fortalecer a la UPR antes de que esas terribles decisiones provoquen daños irreversibles”, expresó la HEEND en declaraciones escritas.













































