La Marina de Guerra de los Estados Unidos seguirá movilizando navíos y unidades militares a la bahía y el puerto de Ponce durante al menos seis meses más, revelan documentos obtenidos por La Perla del Sur.
Los operativos militares que desde el pasado mes de octubre han prendido el descontento y la intriga de miles de residentes persistirán hasta mayo del próximo año y conllevarán, tanto el uso exclusivo del Muelle 8, como el acaparamiento de cinco cuerdas de terreno en el estacionamiento de contenedores, detallan dos contratos firmados por Steve Loubriel Carmona, director interino de la Autoridad del Puerto de Ponce (APA), y Heath Adams, oficial de adquisiciones para la división sureste del Comando de Sistemas de Ingeniería de Instalaciones Navales (NAVFAC, por siglas en inglés).
Con sede en la Estación Aeronaval de Jacksonville, Florida, esta sección de NAVFAC diseña, construye y mantiene instalaciones para la Marina y el Departamento de Guerra de los Estados Unidos en las bases militares de Georgia, Carolina del Sur y Texas, al igual que en la Bahía de Guantánamo, Cuba. Su rol también conlleva apoyar a las fuerzas armadas en misiones críticas.
En el caso del Muelle 8, una plataforma de 610 pies de largo con 36 pies de calado, el gobierno federal acordó pagar $2,500 mensuales por su uso entre los meses de octubre a diciembre, con la opción de renovar el acuerdo hasta marzo de 2026, para un pago total de $15 mil.
Este es el mismo malecón que el pasado mes de enero intentó monopolizar por 25 años la empresa New Fortress Energy, mediante un contrato que posteriormente fue declarado nulo.
La Armada de los Estados Unidos, sin embargo, también está utilizando los muelles 3, 4, 5 y 6 del Puerto de Ponce, confirmó en entrevista Gloriselle Torres Cruz, oficial de Seguridad de la APA.
Según expuso, “si tenemos el muelle disponible, se les otorga el docking permit y pagan como cualquier otra persona que está utilizando los servicios del puerto”.
Sobre las operaciones militares, declaró que son principalmente de reabastecimiento de agua, comida y combustible, así como de mantenimiento de buques.
Entre los que ya han atracado figuran los navíos de reabastecimiento USNS Patuxent, USNS Robert Peary y el USNS Kanawha, al igual que los destructores USS Stockdale, el USS Jason Dunham y el USS Mahan, el buque nodriza de operaciones especiales MV Ocean Trader, el buque de combate litoral USS Wichita, y los transportes anfibios USS Fort Lauderdale y USS San Antonio.
Los últimos dos suelen acompañar al buque de asalto anfibio USS Iwo Jima, el cual ronda el mar Caribe desde agosto y también se divisó en la bahía de Ponce al inicio de este mes.
Esta flota de 11 navíos ha sido desplegada en la zona para la Operación Southern Spear, cuya misión incluye vigilancia marítima y ejercicios bajo el Comando Sur (SOUTHCOM). También se vincula a ataques letales contra embarcaciones presuntamente sospechosas de narcotráfico en el Caribe, en los que han muerto casi 90 tripulantes, y a una planificada intervención militar en Venezuela.
Junto al portaaviones USS Gerald Ford, el arsenal de municiones de esta escuadra alcanza los 700 misiles, 186 de los cuales son Tomahawk.
Sobre este tema, Torres Cruz afirmó que las actividades de la armada en el Puerto de Ponce no incluyen el manejo de municiones o explosivos, ya que esto activaría “un protocolo de seguridad diferente”. Asimismo, que en los predios “no se están realizando ejercicios militares”, razón por la cual el puerto mantiene un nivel de alerta MARSEC 1, con condiciones normales de operación y medidas de seguridad mínimas.
Los objetivos de la fuerza naval estadounidense, reiteró, son principalmente de reabastecimiento y desembarco de carga, tras lo cual insistió que la actividad observada una semana atrás con unidades anfibias transcurriendo entre el USS Iwo Jima y la zona costera del puerto se efectuó para transportar personal militar y equipos, de embarcaciones a tierra y viceversa, “no para ejercicios”.
Sus declaraciones coinciden con escueta información publicada por el Servicio de Distribución de Información Visual del Departamento de Guerra estadounidense (DVIDS, por siglas en inglés).
Con imágenes captadas entre noviembre y diciembre de este año, DVIDS ha divulgado que en Ponce infantes de Marina completaron el desembarco de equipos traídos en unidades aerodeslizables, un operativo que captó la atención de residentes de la comunidad Playa de Ponce y desencadenó miles de comentarios en redes sociales.
Las cinco cuerdas
Parte de ese inventario incluyó vehículos todoterreno y de combate que se ubicaron en dos solares que el gobierno federal rentó a la APA hasta el 13 de mayo de 2026, a un costo final de $91,350.
En conjunto, los solares acaparan 5.4 cuerdas del estacionamiento de contenedores del Puerto de Ponce y, según el contrato entre las partes, la Marina no contempla renovar el mismo.
La actividad militar en el terminal marítimo ponceño coincide con una dramática escalada en la campaña de presión gestada por el presidente Donald Trump contra su homólogo en Venezuela, Nicolás Maduro, y señales de que las fuerzas armadas estadounidenses podrían atacar objetivos en territorio venezolano, en cualquier momento.
Entre estos indicios figuran alertas emitidas por la Administración Federal de Aviación (FAA, por siglas en inglés) en las que se anticipa actividad militar elevada sobre suelo venezolano y zonas cercanas, hasta febrero de 2026.
También resalta la movilización de un escuadrón completo de aviones de guerra Growlers EA-18G, que fue desplegado en la antigua base naval de Ceiba el pasado miércoles y que podría ser un indicativo de ataques a objetivos en zonas del interior de Venezuela, opinan medios especializados como The War Zone.
Durante un diálogo con periodistas en Casa Blanca el pasado viernes, el mandatario estadounidense anunció que “comenzarán los bombardeos en tierra” venezolana, enfocados en organizaciones criminales transnacionales.
“Eso va a comenzar a suceder”, publicó el medio digital Infobae, citando a Trump.
