El gobierno de Puerto Rico anunció una renegociación del contrato de suministro de gas natural con New Fortress Energy (NFE), que reduce el costo estimado de $20.1 mil millones a cerca de $4 mil millones, acorta la duración de 15 a 7 años (con opción de tres adicionales) y elimina cláusulas de exclusividad en el uso del terminal de San Juan.
El acuerdo será evaluado por la Junta de Control Fiscal para su aprobación.
Según la información oficial, la modificación del contrato supone ahorros estimados en exceso de $350 millones a lo largo de su vigencia, además de precios más competitivos en comparación con el acuerdo de 2019.
También se reducen los volúmenes mínimos de compra de 100 a 75 millones de MMBtu, lo que ajusta el consumo a la demanda actual del sistema eléctrico.
Otro cambio clave es que, si NFE no cumple con el suministro, deberá asumir el 100 por ciento del costo de combustible alterno.
Además, el contrato establece un Tolling Agreement que permitirá al gobierno utilizar el terminal de gas a un costo de 50 centavos por MMBtu en caso de incumplimiento.
La medida busca garantizar flexibilidad para diversificar suplidores de gas natural y mejorar la seguridad energética de la isla en el marco de la transición hacia fuentes más sostenibles.
La Junta de Control Fiscal será la encargada de determinar si el nuevo contrato es viable y cumple con las disposiciones de la Ley PROMESA.