Si la tormenta tropical Ernesto precipita sobre Villalba y Orocovis más lluvia de lo usual, la Oficina de Manejo de Emergencias en Juana Díaz se verá obligada a desalojar, una vez más, a cientos de residentes en riberas de ríos y la zona costera de esta localidad.
El operativo, advirtió el alcalde Ramón Hernández Torres, volvería a ocurrir a consecuencia del pésimo estado del lago Guayabal y la crónica inacción gubernamental para dragarlo y aumentar su captación.
“El sedimento del Guayabal acapara cerca del 60 al 70 por ciento del embalse”, describió el ejecutivo municipal juanadino, “y cada vez que en la represa Toa Vaca deciden abrir compuertas, todo ese caudal de agua descarga, precisamente, en el lago Guayabal, causando a su vez un problema grave río abajo”.
“Y cuando eso pasa, siempre nuestra preocupación recae en lo que corresponde al área de Arús y Manzanilla”, precisó además.
Solo en estas dos zonas residenciales próximas al río Jacaguas habitan sobre mil personas, muchas de las cuales son adultos mayores, indicó de otra parte Idelisa López Miranda, oficial de Prensa del Municipio.
A esta incertidumbre, empero, Hernández Torres agregó otra: los riesgos de inundaciones para la comunidad de Camboya.
“Allí hay un sistema pluvial que no está funcionando al 100 por ciento. De hecho, hemos realizado varias limpiezas, pero aparentemente el problema es más serio, porque todos los desagües hacia el mar Caribe tienden a taparse con arena. Primero, por el nivel freático y segundo, por el aumento caudal de agua que se mueve en esa área”.
“Estamos hablando de todo el sistema de drenaje”, recalcó.
Para minimizar riesgos, Hernández Torres indicó que el ayuntamiento ha proseguido con la limpieza de alcantarillas y canales de escorrentías, allí y en casi toda la localidad. De igual modo, mantiene contratos para alquiler de equipos pesados, tanto para la remoción de árboles, como para atender deslizamientos en áreas como Collores y Guayabal.
“Todo ese proceso administrativo ya se ha adelantado”, manifestó.
“También adquirimos ocho generadores (eléctricos) por cerca de $1 millón, para mantener corriendo el sistema de agua potable en nuestras comunidades, especialmente, en las áreas que se suplen de pozo, en la eventualidad de que tengamos sectores sin energía durante 24 horas o más”, agregó.
Correcciones históricas en camino
Aunque los beneficios no serán perceptibles en el corto plazo, el alcalde aprovechó la coyuntura para confirmar que la Autoridad de Energía Eléctrica está por comisionar el contrato de diseño para el dragado del lago Guayabal, mientras que el Departamento de la Vivienda aprobó una asignación multimillonaria para frenar la peligrosa erosión de un tramo del río Inabón.
Este última ya ha alcanzado viviendas de la comunidad Aguilita y el sector Peñoncillo.
“Son excelentes noticias”, recalcó Hernández Torres. “Son $82 millones para el diseño de los muros de protección en la ladera del río, permisología, los estudios hidrológicos e hidráulicos. Son $82 millones que nos acaban de asignar a través del programa de mitigación”.
Según expuso, durante el paso de los huracanes María y Fiona la erosión del cauce fue de tal magnitud que varias residencias cayeron al río, mientras que otras perdieron porciones de terreno, “inhabilitando su uso”.













































