El uso de pirotecnia durante la temporada festiva conlleva serios riesgos para la salud, la seguridad y el medio ambiente, advirtió la licenciada María M. Santiago Reyes, pasada presidenta del Colegio de Químicos de Puerto Rico, al detallar los principales peligros asociados a los fuegos artificiales.
Santiago Reyes señaló que las lesiones físicas son uno de los riesgos más inmediatos. “Las quemaduras son una de las lesiones más comunes y en ocasiones pueden ser graves, afectando la piel, los ojos y otras partes del cuerpo”, indicó. Explicó que incluso siguiendo instrucciones de seguridad, las chispas y explosiones pueden provocar daños severos.
Según la química, se han documentado casos de quemaduras de tercer grado, lesiones oculares irreparables e incluso pérdida de extremidades cuando los artefactos pirotécnicos explotan de forma inesperada o son manipulados incorrectamente.
Otro peligro significativo es el riesgo de incendios. La pasada presidenta del Colegio de Químicos de Puerto Rico advirtió que las chispas generadas por la pirotecnia pueden encender materiales combustibles como pasto seco, hojas, techos o estructuras residenciales, provocando fuegos que se propagan con rapidez y ponen en peligro vidas humanas, fauna y propiedades.
Santiago Reyes también alertó sobre los efectos del ruido intenso. Explicó que los fuegos artificiales pueden desencadenar ansiedad o ataques de pánico en personas con trastornos de ansiedad o estrés postraumático, además de causar daño auditivo temporal o permanente.
En el caso de los animales, señaló que “el ruido fuerte puede provocarles estrés, desorientación y conductas de pánico que incluso los lleven a escapar de sus hogares”.
En cuanto al impacto ambiental, la licenciada indicó que la quema de fuegos artificiales libera contaminantes al aire, como partículas finas, dióxido de azufre, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y metales pesados, incluyendo plomo. Estos contaminantes afectan la calidad del aire y pueden agravar condiciones respiratorias como el asma. Además, los residuos pirotécnicos pueden llegar a cuerpos de agua y afectar la fauna acuática.
La experta añadió que el mal funcionamiento de los artefactos representa otro riesgo importante, ya que fuegos artificiales defectuosos o almacenados de forma inapropiada pueden explotar al momento de usarlos o moverlos, causando lesiones graves o incluso la muerte.
Santiago Reyes destacó también los efectos del humo en la salud respiratoria, especialmente en niños, adultos mayores y personas con enfermedades pulmonares, así como el gasto económico que implica la pirotecnia, recursos que podrían destinarse a alternativas más seguras.
Aunque reconoció que la pirotecnia ofrece entretenimiento visual, la pasada presidenta del Colegio de Químicos exhortó a no subestimar sus riesgos y a considerar opciones más seguras y sostenibles, como espectáculos de luces láser, que reducen los peligros para las personas y el ambiente.













































