Los consumidores de 145 marcas y variedades de arroz a la venta en los Estados Unidos están ingiriendo concentraciones elevadas de metales pesados como arsénico y cadmio, afirma un abarcador estudio del producto publicado este mes.
Incluso, una de cada cuatro muestras examinadas durante la investigación excedió los parámetros que la Administración de Alimentos y Medicamentos federal (FDA en inglés) considera seguros en infantes, confirmó la organización que elaboró el informe, Healthy Babies, Bright Futures (HBBF).
Esta última tiene como misión reducir la exposición de bebés a sustancias químicas tóxicas que perjudican el desarrollo del cerebro.
Mercurio y plomo
La investigación comisionada a los laboratorios Brooks Applied en Seattle, Washington, también identificó rastros de plomo y mercurio en muestras de arroz integral, risotto de Italia y arroz blanco cultivado al sur de los Estados Unidos. Asimismo, en versiones de arroz precocido.
De manera individual o combinada, lo metales pesados pueden bioacumularse en el organismo y contribuir al desarrollo de enfermedades como diabetes y cáncer. También a retrasos en el desarrollo.
Durante el embarazo, la ingesta de arsénico es especialmente peligrosa, al elevar el riesgo de parto prematuro, malformaciones y aborto espontáneo, establece en su portal oficial la Academia Estadounidense de Pediatría.
“Y como el feto está en un desarrollo tan rápido, en esas etapas bioacumulan más eficientemente que una persona ya desarrollada”, abundó Osvaldo Rosario López, doctor en Química que en Puerto Rico ha laborado como asesor para la FDA. Por consecuencia, la criatura podría experimentar trastornos neurológicos.
Como resalta en su informe HBBF, los hallazgos son particularmente preocupantes para la población asiática e hispana, adulta e infantil, habituada a un recurrente consumo de arroz.
Según la lista con las 145 marcas examinadas en laboratorio, al menos cuatro figuran con demanda en Puerto Rico: Goya, Canilla, Mahatma y Rico. No obstante, todas se adquirieron en supermercados y comercios de minoristas ubicados en 20 zonas metropolitanas de los Estados Unidos, incluyendo Miami, New York, Kansas, Houston y Los Ángeles.
Recurrente
“Estos hallazgos no nos sorprenden”, comentó en entrevista Rosario López, “porque esto se sabe desde hace muchos años”.
Según describió, durante décadas la FDA ha acumulado información científica que coincide con las conclusiones de la investigación realizada por HBBF, al igual que evidencia sobre el origen de estos metales pesados.
“Esos metales están en los terrenos donde se siembran comestibles, de forma natural. Y en el proceso de remover nutrientes del terreno y agua para su crecimiento, estos comestibles tienen la capacidad absorberlos. Pero después de ciertos niveles (de bioacumulación) y en ciertos estados de oxidación, pueden representar un riesgo a la a la salud”.
“Lo que sí me sorprende es que, por ejemplo, en agua potable el límite (de seguridad) para arsénico es de 20 partes por billón, mientras que aquí la FDA sugiere que el límite permitido para el arroz y la comida para niños no exceda las 100 partes por billón. Eso es cinco veces más de los aceptable para agua en adultos y la comunidad en general. Eso sí me choca”.
“¿Cómo el gobierno ha permitido esto?, se preguntarán muchos. Pues, esto es una demostración clara de que no podemos depender del gobierno para que vele por el bienestar de la sociedad”, continuó.
“Sí hay agencias que tienen ese mandato, pero por factores económicos, factores prácticos y limitaciones en capacidad de agencias nos dejan expuestos a riesgos. El gobierno no es capaz de controlarlo del todo”.
De otra parte, HBBF exhorta a la agencia federal y a los estados a requerir que no se permita la venta de cualquier marca o variedad de arroz que exceda la guía de 100 partes por billón de arsénico, que las etiquetas de estos productos indiquen si cumplen con las guías de la FDA y que se masifique el modelo establecido por los estados de California y Maryland, donde se requiere a las compañías pruebas rutinarias y la divulgación pública de resultados.