El Frente Amplio de Acción Social (FAAS) reconoció como un paso positivo la propuesta del Departamento de Educación para integrar un currículo de salud emocional en todas las escuelas públicas del país, pero advirtió que su ejecución debe ser multisectorial, profesional y respaldada con recursos adecuados.
La organización señaló que la iniciativa puede convertirse en una herramienta clave ante los crecientes retos emocionales y de salud mental que enfrentan niños y jóvenes en el sistema educativo. Sin embargo, pidió que los contenidos sean diseñados por expertos en salud emocional o por personal escolar debidamente capacitado.
“Es fundamental que los contenidos sean diseñados e implementados por profesionales con experiencia en el campo de la salud mental y emocional”, expresó Nellie Zambrana Ortiz, catedrática de la Facultad de Educación de la UPR.
Añadió que no debe recaer esta responsabilidad en un magisterio ya sobrecargado, ni en consejeros, trabajadores sociales o psicólogos que enfrentan limitaciones para atender a toda la comunidad estudiantil.
Según Alice Pérez Fernández, psicóloga y coordinadora del FAAS, muchas psicólogas escolares están asignadas casi exclusivamente a la población de Educación Especial, dejando desatendida al resto del estudiantado. En respuesta, el FAAS recomendó aumentar la plantilla de profesionales en salud mental como medida urgente.
“La salud emocional debe dejar de ser un eslogan y convertirse en una prioridad con acciones concretas y recursos adecuados”, reclamó Janice Roig Soliván, maestra retirada y directora de Casa Juana Colón en Comerío.
El colectivo reafirmó su llamado a una educación pública integral, sensible a las realidades emocionales de la niñez y juventud, sin que ello implique precarizar aún más al sistema escolar.

 
			













































