Con caminatas, procesiones, meditaciones y liturgias, fieles de todo Puerto Rico conmemoran este Viernes Santo, día que recuerda la pasión y muerte de Jesucristo y que reúne a miles de personas en actos de recogimiento y fe.
Una de las tradiciones más arraigadas es la visita a los siete templos, que se realiza en distintos pueblos de la isla como acto de reflexión y sacrificio.
El ministerio Jesucristo el Faro que me guía se unió a esta práctica y salió a las 7:30 de la mañana desde la Parroquia Santa María en Ponce, con un grupo de fieles caminando de iglesia en iglesia. Los participantes fueron convocados a vestir una camisa azul distintiva y a llevar agua y frutas para compartir con personas necesitadas.
Otra de las expresiones devocionales más esperadas es la meditación de las Siete Palabras, en la que se contemplan las frases que Jesús pronunció en la cruz. Esta reflexión suele realizarse en horas del mediodía, seguida de la Liturgia de la Pasión del Señor, celebrada tradicionalmente a las 3:00 de la tarde, hora en que se recuerda su muerte.
En comunidades como Juana Díaz, San Germán y Trujillo Alto también se organizan representaciones vivientes del Vía Crucis, dramatizaciones que recorren las estaciones del camino al Calvario y que integran a jóvenes, familias y actores comunitarios.
Estas expresiones de fe, tanto comunitarias como individuales, continúan marcando la identidad espiritual del pueblo puertorriqueño, incluso en medio de desafíos sociales y económicos.