A casi cinco meses de que la tierra se volviera a abrir, creando una pronunciada falla en la comunidad Alturas de Bélgica y el llamado Monte Pelao de Guánica, la causa del incesante deslizamiento que ya ha forzado el desalojo permanente de 26 familias sigue siendo un misterio.
Incluso, a pesar de que un estudio preliminar comisionado por la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados debió ofrecer las primeras respuestas a esta interrogante el pasado 15 de agosto, denunció el alcalde Ismael Rodríguez Ramos.
“Íbamos a tener un borrador para ver más o menos cómo iba el proceso de ese estudio, pero el borrador nunca llegó”, reveló a La Perla del Sur el ejecutivo municipal.
“La última vez que lo pedí me indicaron, primero que nada, que tenía que tratarlo de manera confidencial, algo que a mí no me parece correcto, porque si hay información allí que pone en peligro la seguridad de los ciudadanos, yo no lo puedo mantener confidencial. Y si es un borrador que se paga con fondos públicos, mucho menos”.
“Luego, me informaron que era que el contratista no quería que fuera público todavía, porque el contrato con Acueductos no se había formalizado. O sea, que ellos no habían firmado los contratos… y yo no puedo seguir esperando”, sentenció el alcalde.
El impasse, agregó, hizo que su oficina contratara a la firma de consultoría Víctor E. Rivera & Associates, la cual ampliará observaciones previas y completará un examen geotécnico que le permitirá a la alcaldía determinar, incluso, si es imperativo o no ampliar el cono de peligro en Monte Pelao.
Evaluaciones realizadas por Stephen Hughes, profesor asociado en Geomorfología Tectónica de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, plantean la posibilidad de que una franja del monte está en riesgo de deslizamiento. La franja abarca seis cuerdas de terreno.
“Ahora lo que resta es ver qué nos dicen los estudios. Y si el cono debe aumentar, lo voy a informar rápidamente a la ciudadanía”, continuó.
El examen geológico del ayuntamiento será sufragado con fondos asignados por el Departamento de la Vivienda y la compañía contratada proveerá un análisis preliminar de posibles causas y amenazas en los primeros días de octubre.
Durante ese examen inicial se investigará si existen filtraciones de acueductos, manantiales u otras fuentes de agua que afecten la estabilidad del terreno y, posiblemente, se recomendará desalojar más familias de la zona, si fuera necesario.

La versión final, adelantó Rodríguez Ramos, deberá estar lista en o antes de febrero de 2025.
Esta última permitirá a la administración municipal determinar cómo proceder adecuadamente en el lugar, “porque, obviamente no podemos improvisar”, agregó Rodríguez Ramos. “Dependiendo de los resultados, se planificarán los trabajos necesarios en el área, que pueden incluir la demolición de viviendas en riesgo y la creación de un área segregada para evitar futuras construcciones”.
Reubicados los damnificados
Sobre las 26 familias desalojadas -muchas de las cuales permanecieron durante semanas refugiadas en la Escuela María Luisa McDougall- el alcalde aclaró que han sido reubicadas en viviendas alquiladas, con pagos cubiertos por el Memorando de Entendimiento firmado con el Departamento de Vivienda.
Algunas, incluso, ya han firmado contratos para la compra de hogares con la ayuda de vales, en la nueva urbanización Valle Tania de Guánica.



















































