La implementación de un proyecto piloto que posibilite la creación de 5,000 techos solares en todos los barrios de Adjuntas fue propuesta este miércoles a la secretaria del Departamento de Energía Federal, Jennifer Granholm, por los directores de la entidad comunitaria Casa Pueblo, Alexis Massol González y Arturo Massol Deyá.
Ello luego de que la funcionaria federal presenciara cómo la comunidad Alto de Cuba en Adjuntas avanza con éxito hacia la meta de lograr que este verano todas sus residencias y un colmado funcionen enteramente con energía solar, gracias a una colaboración sin precedentes entre Casa Pueblo, la Fundación Honnold y Let’s Share the Sun.
Allí conversó con la portavoz de los residentes, Sharon Cedeño Natal, y otros vecinos.
“Las comunidades en Adjuntas se encuentran entre las más vulnerables a los desastres naturales en Puerto Rico y fueron algunas de las últimas en recobrar la electricidad después del huracán María, hasta un año después en algunos sectores rurales”, afirmó Massol González, director y fundador de Casa Pueblo.
“Sin embargo, las comunidades de Adjuntas están bien informadas sobre los beneficios de la energía solar en los techos, y existe la capacidad y la experiencia para ampliar la energía solar en los techos de hogares de personas en estado de vulnerabilidad a través del municipio”, agregó en defensa de la propuesta colectiva.
Entretanto, a casi seis años del huracán María, menos del cinco por ciento del costo total de los proyectos de recuperación ha sido desembolsado por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) y funcionarios del gobierno reconocen que la mayor parte de la culpa recae sobre los procesos y la burocracia del gobierno federal, junto a la inhabilidad del gobierno de la isla.
“El proyecto piloto debe utilizar cooperativas de ahorro y crédito de la comunidad para el proceso de solicitud y reembolso, y contratistas locales en el proceso de instalación y desarrollo de capacidades”, abundó por su parte Massol Deyá, director asociado de Casa Pueblo.
“Instalar sistemas solares debe ser un proceso sencillo y ágil, más debe incluir garantías de que el equipo no se venderá ni se usará de ninguna otra manera que no sea para la meta de resiliencia energética prevista”, continuó. “Las cooperativas de ahorro y crédito de la comunidad también tendrían un papel administrativo y de supervisión en este proyecto piloto para asegurarse de que se use el dinero de manera eficiente, y que los paneles solares y las baterías de almacenamiento estén instalados de manera segura en los hogares”, explicó.
El pueblo de Adjuntas cuenta con una Cooperativa de Ahorro y Crédito y contratistas locales capacitados para hacer este trabajo, anotaron padre e hijo, y explicaron a Granholm que el proceso total de instalación toma cuatro horas, usando ocho paneles solares de 400 watts, con una batería de litio de 10kWh y un inversor de 8kW interconectado a la red con medición neta.
Previo a su partida, la funcionaria federal además constató que Casa Pueblo ha construido un modelo de independencia y resiliencia energética a través de la autogestión, democratizando así la producción de energía y apoderando a los residentes de áreas remotas de Puerto Rico.
Entre sus más resonantes logros resalta la construcción de un cine solar, una radio emisora, una torre de comunicaciones, infraestructura crítica como la estación de bomberos, negocios y hogares que funcionan con energía solar.