Acoso, amenazas de muerte y violaciones de derechos por parte de policías adscritos a la Comandancia de Ponce, así como querellas contra agentes que han sido manipuladas y desestimadas, figuran entre las denuncias que la organización Kilómetro Cero ha puesto al descubierto en la más reciente entrega de su proyecto Evidencia la Violencia.
En un vídeo de cinco minutos publicado este lunes, la entidad sintetiza los reclamos de una familia residente en Juana Díaz que declara haber vivido en su hogar episodios de hostigamiento y abuso de poder policial, desde junio de 2023, sin que autoridad alguna tome acción disciplinaria contra los presuntos responsables.
Según los testimonios de los hermanos Geraldine y Gerardo Nazario Velázquez, los incidentes comenzaron un año atrás, a partir de una llamada al cuartel de la Policía de la localidad, cuando se solicitó ayuda para intervenir con un vecino que reproducía música religiosa en volumen excesivamente alto.
Ese vecino, precisan querellas administrativas radicadas en el Negociado de la Policía de Puerto Rico, es el agente Héctor Mejías Miranda.
“Tengo una niña epiléptica que le afecta muchísimo el ruido. La Policía intervino con los vecinos y ellos bajaron la música, pero tan pronto se fue, volvieron a subirla», narró a Kilómetro Cero la joven madre de dos hijos, esposa y estudiante doctoral.
Desde entonces, el policía Mejías Miranda “me amenaza de muerte e incita a otros vecinos para acosarme colectivamente, metiéndose a mi propiedad, tirándome sus perros y haciendo cultos frente a mi residencia para evangelizarme”, detallan copias de varias querellas obtenidas por La Perla del Sur.
Algunos sucesos, incluso, han involucrado la participación de otros tres miembros de la Policía, advirtió en entrevista la directora ejecutiva de Kilómetro Cero, Mari Mari Narváez, quien también ha escrito al comisionado Antonio López Figueroa, reclamando seguimiento directo a este caso.
“A mí se me zafan tiros”
En el vídeo, Gerardo Nazario Velázquez añade que cuando el volumen de la música volvió a subir, optó por dirigirse a la vivienda del agente Mejías Miranda para pedir consideración y empatía hacia su sobrina con diversidad funcional, tras lo cual comenzó un inesperado patrón de acoso.
Como detalla la Querella Administrativa EIS-2023-0084, Mejías Miranda respondió con otra llamada para que la Policía volviera a la comunidad. Poco después se personaron los agentes Rafael Negrón Cartagena y Luz Vargas Santiago, a quienes Mejías Miranda reclamó a viva voz “que me arrestaran porque ‘no dejamos que nos evangelizaran’”.
Según declaraciones de Geraldine, los dos agentes ingresaron al patio de su vivienda sin autorización y tocaron la puerta violentamente. Incluso, expresó que el agente Negrón Cartagena amenazó con arrestarles y con usar su arma de reglamento si las personas en el interior no daban sus nombres.
“Como nunca indicaron la razón de la intervención, decidí cerrar la puerta. Ahí el agente Negrón Cartagena puso su pie en el marco y me amenazó de muerte, diciéndome: ‘yo soy loco y a mí se me zafan tiros’”, denunció Nazario Velázquez.
Intimidada, Geraldine relata que accedió a identificarse, a lo que el agente Negrón Cartagena respondió con otra expresión amenazante: “Como yo busque ese nombre en el radio y ese no sea tu nombre, aquí va a pasar algo”, agrega en el vídeo.
Los sucesos motivaron a que la estudiante doctoral presentara la primera de tres querellas administrativas por conducta inapropiada contra los tres policías, el 22 de junio de 2023. No obstante, de los récords obtenidos por los hermanos Nazario Velázquez y revisados por Kilómetro Cero trascendió que el policía vecino de Geraldine, Héctor Mejías Miranda, había sido excluido de la investigación sin el consentimiento de la querellada.
Esta anomalía, en unión a otros incidentes ocurridos entre el 13 y 15 de octubre de 2023, y los días 16 y 22 de febrero de este año, motivaron a Geraldine a presentar otra querella el 23 de febrero: la Q-2024-00333.
En la misma, relata instancias en las que otro vecino la amenaza de muerte frente a Mejías Miranda y también denuncia la colocación de cámaras de seguridad dirigidas expresamente a su vivienda, una táctica que fue prohibida por orden del tribunal el pasado 15 de febrero.
En dicha querella también se denuncia al teniente Bolívar Jaima, a quien Geraldine recurrió al día siguiente para que se hiciera valer el dictamen judicial.
Según afirma la perjudicada, Mejías Miranda había instado a sus vecinos a no remover las cámaras y a “liquidarla” si ella los molestaba, por lo que volvió a pedir auxilio a la Policía. A esta petición, Jaima respondió con una visita e indicaciones de que, si el vecino policía dio órdenes para volver a poner cámaras, “era porque el tribunal erró en su decisión”.
“Este caso muestra la necesidad de un organismo de investigación y rendición de cuentas independiente para la Policía de Puerto Rico”, recalcó a La Perla del Sur Mari Narváez. “La Policía es incapaz de investigarse a sí misma, sin seguir perpetuando un patrón de impunidad que, a su vez, amenaza contra el bienestar de la familia Nazario Velázquez”.
Historia en desarrollo. Pendiente a más actualizaciones.