Durante la pasada semana nos enteramos de que aparentemente el FBI allanó las oficinas y celular de un primo de Pierluisi. Pedrito, como le conocen cariñosamente en su círculo cercano, rápidamente se distanció de lo ocurrido y dijo que no sabía nada.
Lo mismo ocurrió cuando negó a su otro primo, el de Sol y Playa, a pesar de que ambos individuos han contribuido a su campaña, física y monetariamente, ya que los tipos eran hasta directores de avanzada en sus campañas previas y hay organigramas detallando esta información.
Entonces, ¿Qué buscan los federales?
Sabemos que un amigo del gobernador llamado Joseph Fuentes estuvo alambrado y hasta se negó a incriminar a su amigo Pierluisi. En el esquema, donde crearon compañías fatulas para recibir donaciones anónimas y donarlas a la campaña del gobernador, Fuentes se declaró culpable.
Los primos, por su parte, tienen casi dos decenas de compañías registradas en la isla, muchas de ellas (obvio) guisan con el gobierno, a pesar de otra cacareada promesa de campaña de Pierluisi: “En mi administración está claro que mi familia no va a tener ningún contrato o negocio con el gobierno”. ¡Whoops! Así como prometió que tampoco subiría la luz.
En fin, el punto no son las promesas fallidas, son las que sí se cumplieron. Porque me imagino que esos primos, quienes han donado a varios políticos del PNP, esperaban pacientemente su turno de meter la mano en la olla. Ya sea administrando residénciales públicos o sirviendo en emergencias como terremotos y huracanes.
Todavía recuerdo esa frase que escuchaba de chamaquito: “los primos se exprimen”. La cual, gracias a Dios, nunca implementé. Pero los Pierluisi sí nos están exprimiendo. Están exprimiendo al boricua con sus contratos y administración déspota. Exprimiéndolo de sus tierras y todo lo que conocen. Exprimiéndole cada centavo.
Lo que hace esta familia no es nuevo y no es tan violento como en el pasado. Pero Adolfina y la gente de Villa Sin Miedo tendrían mucho que decir sobre los Pierluisi.
El autor es periodista y editor del proyecto Marea Ecologista.