Han transcurrido más de 125 años desde la primera ocasión en que la comunidad Tibes de Ponce salió a las calles un 2 de febrero para hacer propia una tradición distintiva de los habitantes de las Islas Canarias, cuyo origen se remonta al año 1400.
Desde entonces, la celebración del Día de la Candelaria no ha encontrado en la isla otro colectivo que la preserve con más fervor, ni ardiente tradición.
Como evidencian año tras año, decenas de lugareños eligen esta fecha para cantar un rosario a la Virgen de la Candelaria y encarnar una procesión nocturna a orillas del charco Jácana, con antorchas y velas en mano, hasta encontrarse con una impresionante fogata en su honor, al igual que lo hacían sus antepasados.
“Nosotros en la comunidad, celebramos el Día de la Candelaria todos los 2 de febrero desde hace más de 100 años. La celebraban mis abuelos, mis bisabuelos, pero realmente la Candelaria lo que significa es que hoy se cumplen 40 días del nacimiento del niño Jesús”, expresó Ernie Xavier Rivera Collazo, residente del sector.
“Un día como hoy, la virgen María presentó al niño en el templo y además de eso, llevaba una vela para purificar su cuerpo”, agregó el maestro de Historia.
La ceremonia de este domingo comenzará a las 6:00 de la tarde en la Capilla Medalla Milagrosa del sector Jácana en el barrio Tibes, donde se revivirá la tradición con un repaso histórico y el rezo del rosario, para acto seguido iniciar la romería que culminará en la fogata.
Para esta se emplea una plataforma creada con pedazos de madera, higüeras y ramas de la planta maya.
“La planta tiene espinas que, cuando se quema, explota y bota como estrellitas. Al fuego le añadimos higueras, porque las higüeras, cuando se calientan, también revientan”, señaló Rivera Collazo, al recordar que estos elementos naturales son los mismos que su comunidad ha utilizado por más de un siglo.
De acuerdo al historiador y arqueólogo, “esa tradición llega a Puerto Rico porque la Virgen de la Candelaria es la patrona de Tenerife, una de las islas Canarias. Y durante la colonia española, llegaron a Ponce muchos de esos canarios que trajeron esa tradición de su santa patrona”.
Rivera Collazo destacó además que Tibes ha preservado la costumbre, porque desde siempre ha integrado a las jóvenes generaciones de la comunidad.
“Eso se quedó en nosotros y cuando llegó el momento que los viejos no podían, nos quedamos nosotros”, añadió.
La celebración en Tibes evoca a la fiesta que se instituyó en España, a partir de la presunta aparición de la Virgen de la Candelaria a dos pastores en la isla canaria de Tenerife, en el año en 1392. La devoción a la llamada “Virgen morena” se expandió al continente americano a partir del siglo XVI.